"Imitémosle en lo que él reclamaría hoy" Patxi Loidi: "Jesús hacía protagonistas a las mujeres en sus parábolas"
"Contra el feminismo de Jesús, teólogos importantes, como Tertuliano, clamaron contra el liderazgo de las mujeres en la predicación y la eucaristía"
"Jesús las trataba con naturalidad. Las miraba de otra forma. Ellas lo notaban. Las hacía protagonistas en las parábolas, algo impensable en un maestro judío"
"Las mujeres tuvieron mucho peso en el cristianismo primitivo. Pero los evangelios lo disminuyen o eliminan. A esa reducción se le llama poda androcéntrica"
"Las mujeres tuvieron mucho peso en el cristianismo primitivo. Pero los evangelios lo disminuyen o eliminan. A esa reducción se le llama poda androcéntrica"
Recorrió a continuación ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.
Hoy podríamos decir al evangelista: ¡Ay, Lucas, Lucas! ¡Qué forma de disimular la verdad tiene usted! Aquellas mujeres que andaban con Jesús y fueron con Él hasta Jerusalén, ¿eran solo las sirvientas de los hombres o verdaderas discípulas? María Magdalena ¿fue solo una sirvienta? Digamos hoy la verdad: aunque el evangelio habla de mujeres que le servían con sus bienes, ellas eran también discípulas. Y no fueron inferiores a ellos.
En los evangelios aparecen muchas mujeres alrededor de Jesús: enfermas, pudientes, pobres, prostitutas, cultas… De todo. Aquella sociedad tenía ideas fijas sobre las mujeres: que son fuente de impureza sexual; que son frívolas, sensuales, chismosas, poco trabajadoras; que debían estar controladas por los hombres: primero por su padre, luego por su esposo… Así que no había mujeres autónomas. Su misión era satisfacer sexualmente al varón y darle hijos. Tenían peso en la familia, fuera de ella, nada.
Pero en Jesús veían una postura tan diferente, que eran muchas las que se le acercaban. Él atendía especialmente a las débiles, que eran mayoría. Las trataba con naturalidad. Las miraba de otra forma. Ellas lo notaban. Las hacía protagonistas en las parábolas, algo impensable en un maestro judío.
Jesús se opone a las ideas y hábitos de aquel tiempo y no acepta diferencias. Hombre y mujeres son iguales. Puso a varias mujeres como modelos de fe y entrega: la viuda que dio dos monedas; la hemorroisa; la prostituta de la casa de Simón; la cananea angustiada por su hija, que le hace cambiar de parecer a Jesús. Con su comportamiento y enseñanza, Jesús pone las bases para derribar el patriarcalismo. (Ver: Mc 12,41-44; 5,25-34; Lc 7,36-50; Mt 15,21-28)
Las mujeres tuvieron mucho peso en el cristianismo primitivo. Pero los evangelios lo disminuyen o eliminan. A esa reducción se le llama poda androcéntrica. ¿Qué significa esta expresión? Podar es cortar las ramas que estorban. Androcéntrica significa que pone a los hombres en el centro. Poda androcéntrica fue la operación de disminuir o suprimir los textos sobre las mujeres, para que quedaran los hombres como los únicos discípulos y apóstoles. ¿Por qué se hizo esto? En parte porque aquel mundo -tanto el judío como el romano- era muy machista. Una religión con líderes mujeres tenía mayores dificultades para prosperar. Pero la causa principal fue el machismo. Ocurrió sobre todo en los siglos 2º y 3º, y continuó en el 4º. Teólogos importantes, como Tertuliano, clamaron contra del liderazgo de las mujeres en la predicación y la eucaristía. Dos documentos de los siglos III-IV niegan a las mujeres la posibilidad de enseñar y celebrar, con argumentos puestos en boca de Magdalena, alterando los textos. El feminismo de Jesús se iba esfumando.
A pesar de la poda, se han salvado documentos y datos importantes. Recordemos que, en los cuatro evangelios, las primeras testigas de la resurrección son las mujeres, en un mundo en el que ni siquiera podían ser testigos en un juicio. Citemos además la aparición a María Magdalena, en Jn 20,10-18, que es una verdadera joya: por la belleza del texto y, sobre todo, porque es la primera aparición que trae el evangelio de Juan. Más datos sobre la actividad y liderazgo de las mujeres en el primtivo cristianismo podemos encontrarlos en Romanos 16, entre ellos la comunidad cristiana de Cencreas, que se reunía en la casa de la dueña, la cual presidía la predicación y la eucaristía.
La más importante de las mujeres primitivas fue María Magdalena, que aparece siempre la primera en todas las listas femeninas. Su liderazgo influyó en toda la Iglesia. Algunos expertos la ponen a la altura de Pedro. Escritos del siglo 2°-3° apelaban a ella porque había tenido mucho peso. En las discusiones se ve la envidia y la oposición que sufrió por ser mujer.
¿Qué sacamos para hoy de este breve recorrido? Primero, imitar a Jesús en lo que él hizo y en lo que Él reclamaría hoy. Repetir que todas las personas –hombres o mujeres- somos iguales en dignidad y derechos, recordando el eslogan: Toda mujer es mi hermana y todo hombre mi hermano. Además, en una sociedad en que todavía las mujeres están en inferioridad de condiciones, hagámonos todos, hombres y mujeres, partidarios de la igualdad, como Jesús; igualitarios en todos los sentidos, hasta conseguir la igualdad de mujeres y hombres, en el trabajo, la política y las tareas de la casa. Para ello apostemos por favorecer a la mujer en igualdad de condiciones. Empecemos por poco, para llegar a mucho. Que Jesús nos inspire y empuje. Demos gracias a Dios por haber llegado a tener una mentalidad como la de Jesús, acerca de la mujer.