"Ha ganado casi diez millones de dólares… por organizar una cena para 1100 personas" El arzobispo de Nueva York, primer ganador en las elecciones usamericanas

Cardenal Dolan, arzobispo de Nueva York
Cardenal Dolan, arzobispo de Nueva York

"La cena es en honor a Alfred Smith, que fue un famoso gobernador del Estado de Nueva York y el primer candidato católico a la presidencia de los EE.UU. por el partido demócrata, siendo su catolicismo la razón principal de su derrota"

"Un año después de su muerte, en 1944, el arzobispo de Nueva York, Francis Spellman, estableció la Fundación Memorial de Alfred Smith, con la finalidad de recaudar fondos para obras de beneficencia, y la 'Cena Memorial de la Fundación Alfred Smith' fue de los eventos que organizó desde el principio"

"La cena se presenta como un 'roast': una comida o cena en la que tanto el maestro de ceremonias, como los oradores invitados, se dedican a decir 'barbaridades' de los protagonistas del evento. Claro que espera de los que intervengan que lo hagan con gusto, decencia y lo más en broma posible"

"Este año tocaba a Trump y Harris ser las 'estrellas' de la cena. Trump y Melania sí asistieron, mientras que Harris se limitó a enviar una intervención grabada, siendo su ausencia interpretada por muchos de los asistentes como una falta de educación… Veamos qué pasó"

Pues sí, el pasado 17 de octubre ha ganado casi diez millones de dólares, libres por completo de impuestos.  Y todo por organizar una cena para 1100 personas. Hagamos historia.

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Al(fred) Smithfue un famoso gobernador del Estado de Nueva York, sirviendo como tal por cuatro períodos de dos años, cosa que solo otros tres gobernadores han conseguido en la historia del Estado. Nacido en Nueva York el 30 de diciembre de 1873 en una familia humilde de origen irlandés y en uno de los barrios más pobres de Manhattan, a los catorce años, debido al fallecimiento de su padre, se tuvo que hacer cargo de la familia., viéndose forzado a abandonar la escuela, a la que nunca pudo regresar. Su formación cultural fue, por tanto, muy limitada. 

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Muy joven, se afilió al partido demócrata y, gracias a su tesón e inteligencia, se convirtió en defensor de los que no sabían defenderse y fue subiendo en el escalafón político hasta llegar al peldaño más alto del Estado de Nueva York, siendo elegido gobernador del mismo por primera vez en 1918. Perdió la reelección en 1920, pero fue elegido de nuevo en 1922, 1924 y 1926. Tuvo el honor de ser el primer gobernador de origen irlandés.  Católico a machamartillo, siempre hizo gala de su fe. Y el hecho de que fuera reelegido tantas veces indica que fue un político sumamente querido y respetado, que llevó al Estado que presidía a un gran nivel económico justo antes de la gran depresión de 1928. 

Su popularidad era tal, tanto en su Estado como en el resto del país, que el Partido Demócrata lo eligió en 1928 como primer candidato católico a la Presidencia de los Estados Unidos de América, elección que, a pesar de su popularidad, perdió, siendo su catolicismo la razón principal de su derrota. El país no estaba aún preparado para poner como inquilino a un ‘papista’ en la Casa Blanca,  Retirado de la política, se dedicó a otros trabajos.

Como presidente de la sociedad que lo construía, le cupo el honor de inaugurar el Empire State Building, que por muchos años sería el edificio más alto del mundo. Construido en solamente trece meses, la opinión popular siempre pensó que tal increíble resultado fue posible solo gracias al tesón de Al Smith, que sabía contagiar de entusiasmo  a cuantos le rodeaban, desde el más alto en el escalafón social, laboral y político,  hasta el más humilde obrero de la construcción.

Al Smith murió el 4 de octubre de 1944, solo un año después de haber perdido a su esposa, de quien estuvo profundamente enamorado y con la que tuvo cinco hijos. Un año después, el famoso arzobispo de Nueva York, cardenal Francis Spellman, estableció la Fundación Memorial de Alfred Smith, con la finalidad de recaudar fondos para las obras de beneficencia de la archidiócesis. Uno de los eventos que la Fundación organizó desde el principio para tal fin fue lo que hoy se conoce como la Cena Memorial de la Fundación Alfred Smith.

"Un año después del fallecimiento de Alfred, el famoso arzobispo de Nueva York, cardenal Francis Spellman, estableció la Fundación Memorial de Alfred Smith, con la finalidad de recaudar fondos para las obras de beneficencia de la archidiócesis"

A partir de 1960, y cuando otro católico, Kennedy, se presentaba como candidato a la Casa Blanca, se inició la costumbre de invitar en años electorales a los dos candidatos a la presidencia, lo que sirvió para que la famosa cena, que tiene lugar el tercer jueves de octubre de cada año, a menos de tres semanas de las elecciones, se convirtiera en uno de los eventos más importantes de la campaña.  El anfitrión es el arzobispo de Nueva York, en este momento el cardenal Michael Dolan. Desde ese año y hasta este, solamente dos candidatos no han asistido al banquete, uno, Clinton, por razones bastante obvias y que fueron disimuladas por su partido, y otro Mondale, que perdió las elecciones aparatosamente. La realidad es que, no ser invitado a la cena, se considera un baldón en el historial del candidato, especialmente estando tan cercana la fecha de la elección.

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La cena, de gala estricta, se presenta como un ‘roast’, un asado, y no precisamente porque este tipo de carne aparezca en el menú. Un ‘roast’ es una comida o cena en la que tanto el maestro de ceremonias que la controla, como los oradores invitados, se dedican a decir ‘barbaridades’ de los protagonistas del evento o inclusive de alguno de los asistentes. Claro que se espera de los que intervengan que lo hagan con gusto, decencia y lo más en broma posible.

La ‘contribución’ a lacausa, léase precio por cubierto, depende de la mesa donde uno se siente; vamos, como en las corridas de toros, de barrera a gradas altas. Este año han oscilado entre los $25.000 el más caro, y $5.000 el más barato, siendo casi imposible conseguir uno de los últimos.  Los asistentes han sido 1,100 y el cartel de ‘no hay billetes’ estaba colocado hace ya mucho tiempo.  Al final de la cena se anunció que los beneficios dejados por la misma y destinados a las obras benéficas de la archidiócesis, ascendían a prácticamente los diez millones de dólares anunciados al principio.

Dado que las iglesias están exentas de impuestos, esa cantidad es neta. Por otra parte, los ‘donantes’ pueden deducir su contribución en la declaración de la renta por considerarse ayudas benéficas. Normalmente, son lasgrandes fortunas y las grandes empresas las que reservan y pagan por una o más mesas de diez cubiertos para invitar a amigos, socios, o personas que por una razón u otra les interesa cultivar.

Este año tocaba a Trump y Harris ser las ‘estrellas’ de la cena. Trump y Melania sí asistieron, mientras que Harris se limitó a enviar una intervención grabada, siendo su ausencia interpretada por muchos de los asistentes como una falta de educación, cosa que su contrincante aprovechó para ponerla verde, pero de una forma tan grosera que le valió el abucheo de muchos, aún de aquellos que lamentaban la ausencia de la candidata demócrata.

Trump que, aparentemente, asistió varias veces al evento en compañía de su padre, ya fue invitado-estrella en 2016 cuando, junto con la también candidata y asistente al evento, Hillary Clinton, era candidato a la Casa Blanca por primera vez. Su intervención en aquella ocasión fue tan grosera y fuera de tono y fue tan abucheado por ello que, tanto él como su esposa Melania, tuvieron que abandonar el salón al fin de la cena casi, casi que por la puerta de atrás. 

Este año tocaba a Trump y Harris ser las ‘estrellas’ de la cena. Trump y Melania sí asistieron, mientras que Harris se limitó a enviar una intervención grabada … su contrincante aprovechó para ponerla verde, pero de una forma tan grosera que le valió el abucheo de muchos"

Aparentemente, no aprendió la lección, pues, si la intervención de 2016 fue un desastre, la de este año ha sido todavía peor, como toda la prensa usamericana se ha encargado de divulgar, e igualmente le ha supuesto ser abucheado varias veces a lo largo de su intervención. El cardenal Dolan, que tiene muchas, muchas tablas, y a quien el maestro de Ceremonias, el humorista católico Jim Gaffigan, había puesto en un brete retándolo a que, dado que el papa Francisco había declarado que las lecciones usamericanas de este año a reducían a “elegir el mal menor”, indicase a los asistentes quién era quién en el baremo papal, clausuró la cena dando las gracias a todos los presentes por su asistencia y generosidad y cerrando el acto con estas palabras: “¿Qué tal si todo lo que hacemos ahora es inclinar la cabeza y rezar? Y con una oración despidió a  los asistentes.

Una cosa queda clara: gane quien gane el próximo cinco de noviembre, el primer gran ganador ha sido el cardenal arzobispo de Nueva York y los pobres su diócesis, que seguirán recibiendo una ayuda ‘indirecta’ del primer católico del país que fue candidato a la presidencia del mismo, perdiéndolas por eso, por ser católico.  En 2016, año electoral, la recaudación fue de $6.000.000 millones de dólares: en 2018, no electoral, bajó a $3.900.000 dólares; este año, electoral, ha subido a los ya mencionados casi $10.000.000.  O sea que, en el país de separación constitucional de iglesia y estado, la ya mayoritaria, la católica, representada por su más importante diócesis, es la primera gran ganadora en años de elecciones presidenciales. No está mal.

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