Tres inmigrantes se engancha a nuestro ferry Con ingenio, ¿se llega a Europa?
(José Luis Pinilla, sj).- Lampedusa, Arizona y el Estrecho, tres vergüenzas convertidas en retos donde la Iglesia rema al lado de muchos hombres y mujeres de buena voluntad: Con la denuncia, la sensilbilizacion y la solidaridad.
Nos disponíamos a partir del puerto de Tánger al final de la peregrinación de las dos orillas. Uno de los compañeros señaló unos puntos en el mar. No había duda: tres inmigrantes vestidos de neopreno no se habían podido enganchar en la popa de nuestro ferry en el puerto y huían de nuevo a tierra perseguidos por la policía marroquí. Ayer intentaron llegar a nuestro autobús por tierra. Hoy otros tres ( ¿o serían los mismos? ) lo intentan por mar.
Con ingenio se llega a Europa. O al menos eso es lo que pueden llegar a pensar los vecinos del norte de África que intentan, muchos de ellos en repetidas ocasiones, pasar desapercibidos en los controles de las fronteras en los puertos de Algeciras y Tarifa para acceder a Europa a través del Estrecho de Gibraltar.
La cercanía del puerto de Tarifa con el continente africano puede considerar aquel enclave aún más atractivo para los flujos migratorios clandestinos. Hace apenas unos meses sorprendió en las redes sociales el vídeo de un inmigrante que cruzó el Estrecho que viajó junto al potente jet de un buque rápido de los que unen la ciudad del viento con Tánger-Ciudad.
Con la vestimenta de hombre rana, además de evitar algo del frío de las aguas del Estrecho, buscarían soltarse al llegar a puerto y nadar hasta una zona habitual de pesca submarina para hacerse pasar por uno de ellos y entrar en España. Además del traje de neopreno, llevaban ropa seca en una bolsa para cambiarse en cuanto pudieran.
Cambio de ropa .Cambio de continente .. Cambio de vida?
Regreso a Tarifa. Tiempo habrá para remansar y resituar la experiencia. Y de paso resituarme yo mismo. En el quicio de la noche al día ya en la otra orilla, leo el evangelio del domingo .Me duermo pensando : "he hecho, como siervo inútil, lo que creía que tenía que hacer. ¡ Señor aumenta mi fe ¡"