Ante el "escándalo" de las misas gregorianas "Las misas, como todos los sacramentos, ni son ni podrán ser jamás objetos de comercio"

(Antonio Aradillas).- En la Iglesia y sus alrededores, -léase círculos, periferia o circunscripciones-lamentablemente suena y "canta" mucho el dinero. Si no "mucho", al menos tanto o igual que en otras demarcaciones de carácter comercial o asimilado, aunque, lógicamente, a propios y a extraños, por lo de "religioso", tenga que resultarles más sorprendente y desafiante.

Me limito en esta ocasión a dar fe del hecho de la existencia de cierta publicación de temática y contenido piadoso, acogida y promocionada por la "Fundación Logos, vinculada a la Universidad Francisco de Vitoria y al movimiento "Regnum Christi", que se distribuye, por ahora gratuitamente, en parroquias y centros religiosos, se presenta avalada por las firmas publicitarias tan anheladas y acreditadas en el sector como el Banco de Santander, Banco Popular, El Corte Inglés -"grandes viajes"-, automóviles Ssanyong España, Martini (rosso-bianco) Gilmar ("alto standign"), Vinos Nicte (pétalos de rosa), Rester (muros móviles acústicos) Odamina (solución bocal tópica) y la Editorial BAC. Añastro 1, 28033 Madrid- Conferencia Episcopal-, en dos de cuyos libros expuestos aparece el nombre cardenalicio de Gerhard - Ludwig Müller.

Curiosamente, y este es el eje y la aplicación al título de mi artículo, una de las primeras páginas de esta publicación, número 51, está dedicado a "Las misas gregorianas - "la mejor ofrenda por un difunto". En el adoctrinamiento que se ofrece al piadoso lector, aspirante a lucrarse de los beneficios espirituales que reportan las misas gregorianas, se incluye la devota y pingüe leyenda tal y como es narrada por san Gregorio Magno en su "Diálogo 1, IV. Capítulo 55: El prior "Precioso" obtuvo la liberación del Purgatorio del alma del monje "Justo", al ser ofrecido en sufragio de su alma una treintena de misas, pero que habrían de celebrarse en días sucesivos y que, en caso de interrupción, sería imprescindible comenzarlas de nuevo, a no ser que "ex profeso" se peregrinara a venerar un determinado sepulcro en la ciudad de Roma.

"Desde entonces, la Iglesia aconseja celebrar esta serie de misas, que pueden ser la ayuda definitiva que necesitan nuestros seres queridos para salir del Purgatorio",, aconsejando a la vez, tal y como sigue adoctrinando en la información, "como resulta difícil acudir a una sacristía en el horario parroquial, o encontrar sacerdotes que atiendan este tipo de encargos, los sacerdotes del Movimiento "Regnum Christi" se ponen a tu disposición para ofrecerte este servicio", reseñando además, como es de rigor, que "los estipendios recibidos por estas misas se destinan íntegramente - no se dicen si con, o sin, IVA- ,a la promoción y a la formación de las vocaciones sacerdotales". La nota incluye de esta manera: "para encargar una serie de misas gregorianas, llame al teléfono gratuito 900313434". Como se puede apreciar el lenguaje, normas y orientaciones no pueden ser más comerciales.

Sí, pero a pesar de todo ¿Cuándo y donde reside la razón por la que intitule su artículo con el descalificativo de "escándalo", con tantos años como tiene tan piadosa costumbre, conservada en Cluny, no reprobada por la Iglesia, que se limitó a condenar algunas exageraciones, tal y como consta, por ejemplo, en las "Institutiones" del Papa Benedicto XIV?

Las misas, como todos los sacramentos, ni son ni podrán ser jamás objetos de comercio. No debió cobrase por su celebración, aunque del destino de sus estipendios se asegure que es caritativo o piadoso, cosa que suelen decir casi todos los celebrantes y después aparecen coches deportivos matriculados a sus nombres, al de la institución o sucursales y empresas "interpuestas".

Pobres y ricos dejaron su condición felizmente, al menos a la hora de la muerte, por lo que asegurar , invocando para ello a san Gregorio, que el dinero de sus familiares y amigos librará de las "llamas del Purgatorio" a los adinerados y no a los pobres, que carecen de herederos sin medios de fortuna y de formación para "encargar" misas, traspasa los linderos del escándalo y queda en los de la necedad o el idiotismo "religioso" por más señas, y con oda clase de desconsideraciones e ilegitimidades.

No es esta la ocasión para informar acerca de cuanto cuestan las misas, tal y como establecen los Boletines Oficiales de algunas diócesis, a veces con fórmulas limosneras de "la voluntad", -que resultan ser más generosas-, y cuyas tasas - sí, "tasas"- se actualizan a su debido tiempo. Tampoco sé, ni me importa, cuanto habría que "pagarles" a los sacerdotes del Movimiento "Regnum Christi", o a otros, para que se comprometan en la celebración de la treintena de las misas gregorianas y si son posibles los cambalaches en ellas, para asegurar su continuidad, dado que cualquier fallo "anularía los efectos salvíficos, fruto del sacrificio de su Hijo para favorecer la salida del Purgatorio de esta alma", tal y como expresamente se informa en la "publicación más leída por las familias católicas de España".

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