Crítica de 'Santiago en el fin del mundo' (2) Una narración verosímil, pero novela
¿El libro de Bastante –pregunto- responde a las reglas de la Historiología o a las de la ficción?
Los años trabajados por su autor, dan al libro una profundidad o “densidad histórica” que, en el futuro, los investigadores del Apóstol Santiago y de la Iglesia primitiva, para conocer lo que hizo aquél en España, de qué manera llegó y se fue, han de leer forzosamente Santiago en el fin del mundo
Compra 'Santiago en el fin del mundo' (Esfera de los Libros), de Jesús Bastante, en RD
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| Ángel Aznárez
El texto de Jesús Bastante no es sencillo; es complejo en la forma y en el fondo, y por eso más interesante no siendo simple. Comienza con dedicatoria plural y enigmática: una, A las mujeres, históricamente maltratadas, importantes en el libro (lo analizaremos después), y otra, a Diego, ultreia particular del autor, según el mismo dice. Siguen tres citas: una, de escritor de ficciones (Torrente Ballester) sobre la sepultura del cuerpo de Santiago en el Finis Terrae; otra, histórica, de Jesús de Nazaret; y una tercera, sobre historia y narrativa, de Quintiliano. Después del “prefacio”, cada una de las partes del libro (“El camino”, “El sepulcro” y “La peste”), es precedida por chocantes citaciones; y termina la escritura del autor con un epílogo.
En ninguna parte del libro, su autor, Jesús Bastante, nos dice lo que es, si un relato histórico o un relato de ficción. Y está bien que el autor calle sobre ello, pues averiguarlo es asunto de los críticos y de los lectores. La diferencia entre el relato histórico y el literario siempre me interesó y, buceando en simas profundas, lo mejor acabé encontrándolo en dos discursos, insuperables, de ingreso en la Real Academia de la Lengua: en el Discurso pronunciado por la historiadora Carmen Iglesias el 30 de septiembre de 2002, titulado De Historia y Literatura como elementos de ficción; y también en el Discurso de ingreso pronunciado por el literato Álvaro Pombo el 20 de junio de 2004, titulado Verosimilitud y verdad. Con arreglo a lo explicado por ambos, escribo lo siguiente; a esos dos discurso remito, aconsejando la escucha o la lectura.
¿El libro de Bastante –pregunto- responde a las reglas de la Historiología o a las de la ficción? No contrapongo, intencionadamente, Historia y Literatura, pues creo que la primera ha de formar parte de la segunda, es decir, que la Historia ha de incorporar el arte de la literatura, pues todo historiador ha de ser un escritorverdadero. Sí, por el contrario, contrapongo las exigencias de verdad, de la realidad, rigurosas, que son las de la Historia, con las de la verosimilitud, de la posibilidad, de lo flotante, incluso de lo fantástico, que son las de lo narrativo y de la ficción.
#notición Hoy se cumple un mes de la publicación de 'Santiago en el fin del mundo' @esferalibros ...y.... ¡Segunda edición! La semana que viene en librerías. #Gracias#santiaguerosviajerospic.twitter.com/q3BEoAYqXy
— Jesus Bastante (@BastanteJesus) July 16, 2021
En el libro de Bastante se contienen abundantes pasajes de la que pudiéramos llamar “Historia Sagrada”, tales como apariciones de la Virgen o relatos sobre milagros de Jesús. Pues bien, esa referencia a lo sagrado extiende, como si se tratara de un “chicle”, lo propio de la ficción que es la verosimilitud. Pudiéramos escribir con cierta solemnidad que en lo sagrado es de verosimilitud hasta el milagro mismo: que la Virgen aparezca, que pueda aparecer y que así se crea, puede complicar la diferencia entre verosimilitud, propia de la Ficción, de la verdad, propia de la Historia. Reitero que en lo sagrado, hasta lo más inverosímil, puede ser verdad.
No obstante tantos milagros y apariciones como cuenta el Apóstol Santiago a través de la pluma de Bastante, el libro es de verosimilitud, o sea, de ficción, y porque sabemos que nada sabemos, que acaso todo sea mentira, de los viajes a España de Santiago, nos atrevemos a decir que lo que cuenta Jesús Bastante no es verdad. Ciertamente, dedicar doce años –eso dice el autor- a preparar un texto de ficción y no de verdad, es mucho tiempo, acaso demasiado. Y pregunto: ¿Las Memorias de Adriano de Marguerite Youcenar son ficción o son verdad? ¿Y si son ficción, que eso parecen ser, por qué los historiadores del Emperador Adriano inician sus investigaciones, obligatoriamente, leyendo lo escrito por Youcenar?
El texto de Bastante es, como ya dije y ahora repito, verosímil, no de verdad; ahora bien, los doce años trabajados por su autor, dan al libro una profundidad o “densidad histórica” que, en el futuro, los investigadores del Apóstol Santiago y de la Iglesia primitiva, para conocer lo que hizo aquél en España, de qué manera llegó y se fue, han de leer forzosamente Santiago en el fin del mundo. Un Santiago que viaja al Finis Terrae, después del Pentekosté (Hechos de los Apóstoles), radicalizando el mensaje del “Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia”; ya no en tiempos de la presencia física de Jesús, sino del Espíritu Santo.
En vísperas de la festividad del apóstol, llega a las librerías la 2ª edición de 'Santiago en el fin del mundo', la última novela de @BastanteJesus
— La Esfera de los Libros (@esferalibros) July 23, 2021
📘🔝#2ªedición#Xacobeo2021#caminodesantiagohttps://t.co/7NnGqhkvwWpic.twitter.com/YhBPprPXD6
Dos personajes claves resultan: el mismo Santiago y Fileto de Cesarea, en cuyas descripciones literarias, valiosas, en sus complejidades, en los respectivos quehaceres y roles, de apóstol y de seguidor, están las bases del relato que concluye en el Prefacio, Una barca en la bruma, y en el Epílogo, a cargo de Fileto mismo. Enseñanza del libro de Bastante de cómo en la Religión, tan cercana a lo fantástico (Borges), lo que parece un fracaso, como ocurrió con el viaje de Santiago, termina siendo un éxito apoteósico.
De las múltiples cuestiones o aspectos que se plantean, señalo lo de las mujeres, tan presentes en el texto, desde el principio (dedicatoria) al final (capítulo 70), destacándose en Santiago en el fin del mundo referencias continuas a la Virgen María (capítulos 9, 28, 32, 69 y 70). En los actuales tiempos de reivindicación del papel de la mujer en la Iglesia, Jesús Bastante nos recuerda el inmenso patrimonio femenino que, si así se le puede llamar, para la Iglesia Católica supone la actuación constante y muy discreta de la madre de Dios en la verdad, en la Historia (relatos evangélicos), y presencia la de la mujer María, trascendente para el catolicismo, para la ortodoxia, incluso, para el Islam, madre del Profeta Jesús.
Con lo ya escrito de que el libro es una narración verosímil, acercándonos a lo ficticio o novelesco, respondemos a la radicalidad de lo escrito por la notoria periodista Nieves Concostrina, en su desmentido histórico al final del libro, considerando a Santiago como un “personaje fake”, inexistente y fabricado por la “multinacional católica”. Es cierto, también lo escribo para Concostrina, la manipulación machista del Santiago Matamoros, desde los cristianos españoles del siglo IX hasta los tiempos de Franco, pero seré cauto en reivindicar el feminismo y el co/patronazgo español de Santa Teresa de Jesús, tan pretendido en el siglo XVI por los del Carmelo. Recuerdo, por lo que se decía entonces, de la devoción de Franco al brazo incorrupto de la Santa, allí colocado en El Pardo, y recuerdo al franquista benedictino, Fray Justo Pérez de Urbel, dando conferencias sobre las maravillas de la Santa en la Iglesia de los Carmelitas de Oviedo.