"A los fabricantes de armas solo les importa el negocio" ¿Armas de la OTAN en Cádiz?: El 'negocio' de las guerras
"El 22 de mayo pasado, un grupo de narcotraficantes se enfrentó a la Guardia Civil de España en las cercanías de Cádiz. Las armas utilizadas por los delincuentes procedían del armamento enviado por los países de la OTAN a Ucrania, para enfrentar a Rusia"
"Ni los fabricantes de las armas, ni siquiera los países que, supuestamente, las estaban destinando en favor de Ucrania y contra Rusia, se preocuparon de que cumplieran su objetivo"
"Las guerras no solucionan nada, que lo mejor y más viable es detenerlas cuanto antes y que funcione la diplomacia. La noticia Cádiz es un argumento que se suma a esa conclusión"
"Y es que la cosa se complica ante la posibilidad real de que las armas -siempre negocio seguro para sus fabricantes y primeros vendedores- no sabemos en qué manos caerán y qué uso se les dará"
"Las guerras no solucionan nada, que lo mejor y más viable es detenerlas cuanto antes y que funcione la diplomacia. La noticia Cádiz es un argumento que se suma a esa conclusión"
"Y es que la cosa se complica ante la posibilidad real de que las armas -siempre negocio seguro para sus fabricantes y primeros vendedores- no sabemos en qué manos caerán y qué uso se les dará"
| José Mª Rojo G.
El tema no es nuevo ni mucho menos; sólo que, a veces, alguna noticia lo hace saltar a la palestra necesariamente. Para mi lo fue cuando hace un tiempecito saltó la noticia de que “el 22 de mayo pasado, un grupo de narcotraficantes se enfrentó a la Guardia Civil de España en las cercanías de Cádiz. Las armas utilizadas por los delincuentes, fundamentalmente fusiles de asalto, procedían del armamento enviado por los países de la OTAN a Ucrania, para enfrentar a Rusia”. Ese es el resumen o síntesis de la noticia.
Resulta que armas de la OTAN, que habían sido derivadas para la guerra de Ucrania y en contra de Rusia (no entro ahora al tema de si debieron o no ser enviadas para Ucrania) terminan siendo utilizadas, en el sur de España, por un grupo de narcotraficantes para hacer sus fechorías y luego enfrentarse a la guardia civil.
El caso me hizo recordar cuando se destapó que armas peruanas habían sido vendidas por el socio de Alberto Fujimori, Montesinos, nada menos que a las FARC de Colombia (de ideología supuestamente opuesta). Anécdotas aparte, lo que está más claro que el agua es que para los fabricantes de armas, lo que importa es que haya compradores y que, con ello, llegue la ganancia.
Lo he dicho varias veces -mejor, lo he copiado de varios otros-, que en todo enfrentamiento, en toda guerra, hay, siempre, unos primeros y definitivos ganadores: los fabricantes y vendedores de las armas que se van a usar. Hablemos claro: en las dos guerras más conocidas por nosotros (la de Rusia y Ucrania y el genocidio de Israel en Gaza) desde el inicio, se conocían ya los principales ganadores. Y seguros, sin ningún lugar a dudas, fuera el que fuera el desarrollo de los conflictos.
"Ni los fabricantes de las armas, ni siquiera los países que, supuestamente, las estaban destinando en favor de Ucrania y contra Rusia, se preocuparon de que cumplieran su objetivo"
Pero la noticia del comienzo de esta nota añade un elemento a tener en cuenta: a los fabricantes de armas, sobre todo (también a los primeros vendedores) no les importa el uso que se dé a las mismas, ni quien se lo dé. Sólo les importa fabricar y vender, sólo les importa el negocio. Y en este caso, como casi siempre, negocio con la muerte de inocentes –unos u otros, dependiendo de quién, dónde y cómo use las armas-.
Ni los fabricantes de las armas, ni siquiera los países que, supuestamente, las estaban destinando en favor de Ucrania y contra Rusia, se preocuparon de que cumplieran su objetivo, llegaran a su destino y fueran usadas para ello: se supo -por casualidad- que estaban siendo usadas por narcotraficantes en el sur de España. Los primeros no hicieron lo mínimo eficaz para que las armas “cumpliesen su objetivo”. Y es que, claramente, se demostró que no les interesaba, les interesaba, simple y llanamente, el negocio.
Muchas veces hemos leído o escuchado -al papa Francisco, particularmente- que las guerras no solucionan nada, que lo mejor y más viable es detenerlas cuanto antes y que funcione la “diplomacia”. La noticia que da pie a esta nota es un argumento que se suma a esa conclusión. Y es que la cosa se complica ante la posibilidad real de que las armas -siempre negocio seguro para sus fabricantes y primeros vendedores- no sabemos en qué manos caerán y qué uso se les dará. Por supuesto, la corrupción y los corruptos de en medio se frotan las manos si les facilitamos el trabajo…
"Hay como unas 20 guerras declaradas y abiertas en el mundo; más de medio centenar de países implicados. La gran noticia, la mejor, sería que los implicados se convenciesen de que la guerra no lleva a ninguna solución real y las detuvieran"
Hay como unas 20 guerras declaradas y abiertas en el mundo; más de medio centenar de países implicados. La gran noticia, la mejor, sería que los implicados se convenciesen de que la guerra no lleva a ninguna solución real y las detuvieran. Ganaríamos todos y perderían, en primer lugar, los fabricantes de armas ¡Que destinen ese dinero a actividades mucho más humanas, que las hay! (Ridículo, por decir lo menos, el argumento de que se perderían muchos puestos de trabajo).