Los presos de Navalcarnero, al Papa: "Gracias por todo, Francisco, te necesitamos"
"No recordamos a ningún papa con semejante humanidad y portador especial de Evangelio. Estamos por eso en estos días tristes, pero esperanzados y confiamos en su pronta recuperación"
"Tiene usted que descansar más, sabemos que lo hace todo por la Iglesia y desde el evangelio, pero por favor tiene que cuidarse, le necesitamos. Así que, de verdad, procure descansar un poquito, ¿vale?"
Desde la cárcel de Navalcarnero, tenemos un cariño especial al papa Francisco porque su apoyo ha sido incondicional siempre y así nos lo ha manifestado en numerosos escritos a través del capellán e incluso de cartas y llamadas a compañeros de la propia cárcel.
En cada eucaristía de los sábados, siempre le recordamos y en este día hemos rezado de modo especial por él. En los últimos años nos ha enviado varios videos de apoyo y también ha recibido a nuestras familias hace apenas unos meses , en un encuentro especialmente fraterno y lleno de esperanza. Su frase siempre es “por qué ellos y no yo”, y nos la recuerda y nos la dice siempre, porque él también se siente pecador, porque él siente que todos somos iguales.
No recordamos a ningún papa con semejante humanidad y portador especial de Evangelio. Estamos por eso en estos días tristes, pero esperanzados y confiamos en su pronta recuperación. Por eso, igual que él siempre nos apoya y nos da su cariño, en este momento nosotros también hemos querido demostrárselo y esta mañana así hemos firmado nuestra carta, con nuestro cariño y con lágrimas en los ojos. Lo hemos hecho después de darnos el abrazo de la paz que nos damos siempre, porque hemos querido también abrazar a nuestro papa Francisco desde nuestra cárcel de Navalcarnero. El nos apoya y nos quiere y nosotros ahora hemos querido que también sienta nuestro cariño.
Además precisamente la lectura del evangelio de hoy, de san Lucas, nos hablaba del perdón, de la misericordia y la compasión. Y esto es lo que hemos visto en el papa Francisco: misericordia y compasión hacia todos, especialmente hacia los más necesitados y vulnerables, como son los presos. Así se lo dijo a los compañeros, familias y voluntarios, que con el capellán fueron a visitarle en mayo. Por varias veces repitió: “EN LA IGLESIA CABEMOS TODOS, TODOS, TODOS”. Y esa misericordia es la que ahora seguimos sintiendo, ese cariño y esa acogida que siempre proclama hacia todos, piensen como piensen y vivan como vivan. Dios como nos recordaba el evangelio de hoy, no juzga, no condena, y por eso nosotros como Iglesia tampoco podemos condenar, y mucho menos en nombre de Dios. Y esto es lo que nos ha enseñado y nos enseña el papa Francisco. Por eso le damos las gracias por su humanidad y sentido evangélico, y como también les dijo a los compañeros y familias “ iré a visitarlos a Navalcarnero”.
Nosotros en este momento le pedimos a Dios que el papa pueda seguir adelante y que el Dios cercano y misericordioso, que se manifiesta en Jesús de Nazaret, y que él nos transmite siempre, le acompañe en este momento y le pueda hacer recobrar la salud.
GRACIAS POR TODO PAPA FRANCISCO, ADELANTE, TE NECESITAMOS.