Desde la Asociación infancia robada - ANIR queremos calificar el comunicado del Opus Dei sobre la condena por abuso sexual a uno de sus sacerdotes de inapropiada, extemporánea e insuficiente.
Se jactan de haber asumido los costes psicológicos de la víctima, cuando lo han hecho una vez conocida la condena. Recalcan continuamente la edad de la víctima (18 años), como si fuera justificación de omisión de socorro. Guardan silencio respecto a otros múltiples casos (Madrid, Barcelona, Bilbao y Santiago).
Tratan de suavizar el delito llamándolo de otra forma "solicitación”. Ignoran las necesidades de las víctimas tras la palabra “perdón” y hacen oídos sordos a todos estos años marcados por los gritos de socorro ahogados de las víctimas.
Les sobra soberbia y les falta humanidad, pues más que un comunicado para reconocer a las víctimas y pedir perdón, parece uno para exculpar y descargar responsabilidad. Cuando una vacua petición de perdón se convierte en una nueva ofensa a las víctimas, todo se desmorona en su reconocimiento y reparación.
Dum excusare credis, accusas. Faber est suae quisque fortunae. Res non verba.