Mis aportaciones solidarias las canalizo personalmente "No he marcado ninguna de las dos X solidarias de la renta, deliberadamente"

No he marcado ninguna de las dos casillas solidarias: ni la 105 (asignación tributaria a la Iglesia Católica), ni la 106 (actividades de interés general consideradas de interés social). Lo he hecho deliberadamente
Mis aportaciones solidarias personales, con independencia de las derivadas del cumplimiento de mis obligaciones fiscales, las canalizo a través de organizaciones que merecen mi confianza, algunas de ellas católicas
Tengo dos razones para no contribuir al sostenimiento de la Iglesia institucional: Hay cuestiones sangrantes
Tengo dos razones para no contribuir al sostenimiento de la Iglesia institucional: Hay cuestiones sangrantes
| Pedro J. Larraia Legarra
Acabo de efectuar la declaración de la renta y no he marcado ninguna de las dos casillas solidarias: ni la 105 (asignación tributaria a la Iglesia Católica), ni la 106 (actividades de interés general consideradas de interés social). Lo he hecho deliberadamente, como lo vengo haciendo desde hace años, para que la institución eclesiástica católica no reciba nada de mi parte. Mis aportaciones solidarias personales, con independencia de las derivadas del cumplimiento de mis obligaciones fiscales, las canalizo a través de organizaciones que merecen mi confianza, algunas de ellas católicas.
Tengo dos razones para no contribuir al sostenimiento de la Iglesia institucional:
La primera es que la Conferencia Episcopal Española (CEE) es un organismo muy reaccionario. A tal punto, que en España, debido a la imagen que del cristianismo ofrecen la gran mayoría de los obispos, se identifica ser cristiano con ser de derechas o de ultraderechas. Por eso el papa Francisco no ha venido a España, para que no se interprete su visita como una confirmación de los posicionamientos de la CEE.

Hay cuestiones sangrantes:
No ejercen la denuncia profética -mucho menos en asuntos ad intra, como puede ser la pederastia-, porque son insensibles al sufrimiento humano y a las injusticias de los ricos y poderosos. A Jesús se le revolvían las entrañas al ver el dolor de la gente y clamaba contra el sistema. A ellos no. Solo les preocupa el rito, el culto, la norma, el concordato, … y el dinero. Con razón, el teólogo Thomas Ruster ha afirmado: «Si hay algo que se pueda reprochar al cristianismo actual es precisamente su irrelevancia».
"De los miles de millones que reciben, destinan a Caritas una cantidad ridícula. Sin embargo, mantienen un canal de televisión fundamentalista y deficitario, 13tv, y una cadena de radio, Cope, desde los que se miente, insulta, y se descalifica, muchas veces con calumnias, a todos los que no piensan como ellos"
De los miles de millones que reciben, destinan a Caritas una cantidad ridícula. Sin embargo, mantienen un canal de televisión fundamentalista y deficitario, 13tv, y una cadena de radio, Cope, desde los que se miente, insulta, y se descalifica, muchas veces con calumnias, a todos los que no piensan como ellos. Esto constituye un escandaloso contrasigno evangélico.
La segunda razón es que no tiene ningún fundamento constitucional el trato privilegiado que el catolicismo recibe por parte del Estado español. Y, en este sentido, así lo recoge el Artículo II, Punto 5, del Acuerdo sobre Asuntos Económicos, suscrito entre el Estado español y la Santa Sede el 3 de enero de 1979: «La Iglesia Católica declara su propósito de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades. Cuando fuera conseguido este propósito, ambas partes se pondrán de acuerdo para sustituir los sistemas de colaboración financiera expresada en los párrafos anteriores de este artículo, por otros campos y formas de colaboración económica entre la Iglesia Católica y el Estado».
"La segunda razón es que no tiene ningún fundamento constitucional el trato privilegiado que el catolicismo recibe por parte del Estado español. Y, en este sentido, así lo recoge el Artículo II, Punto 5, del Acuerdo sobre Asuntos Económicos, suscrito entre el Estado español y la Santa Sede el 3 de enero de 1979"
En vista de que, transcurridos 46 años del Acuerdo, la Iglesia institucional no ha conseguido su propósito, ni hay visos de que vaya a conseguirlo, porque le resulta muy beneficioso dejar que las cosas sigan como están, los cristianos-católicos deberíamos renunciar al mantenimiento de cualquier situación de privilegio por parte del Estado hacia la Iglesia católica y estar dispuestos a financiar nuestras actividades e infraestructuras con nuestros propios medios. Sería un ejercicio de responsabilidad y de coherencia creyente, y una condición sine qua non para poder participar en la gestión de la cosa pública, la política, desde posiciones críticas con el sistema.
