"Deseo confirmar nuestra llamada sin retorno a dar testimonio juntos del Evangelio" Francisco: “Es necesario que nos involucremos con todas las fuerzas en superar los obstáculos todavía existentes"

(Jesús Bastante).- "Es necesario que nos involucremos, con oración insistente y con todas las fuerzas, en superar los obstáculos todavía existentes, intensificando el diálogo teológico y reforzando la colaboración entre nosotros, sobre todo en el servicio a aquellos que mayormente sufren y en el cuidado de la creación amenazada".

El Papa Francisco recibió esta mañana a una representación de la Iglesia Evangélica alemana, que acudió al Vaticano acompañada por el cardenal Marx. Cinco siglos después de la ruptura, el anhelo por la unidad entre los cristianos está más vivo que nunca.

Resulta "significativo", apuntó el Papa, que "en ocasión del 500 aniversario de la Reforma, cristianos evangélicos y católicos aprovechen la ocasión de la conmemoración común de los eventos históricos del pasado, para poner nuevamente a Cristo al centro de sus relaciones".

Una conmemoración que, pese a las críticas, resulta justa, pues lo que animaba a los Reformadores era "indicar el camino hacia Cristo". "Esto es lo que debe importarnos también hoy, después de haber emprendido, gracias a Dios, un camino común".

"Este año de conmemoraciones nos ofrece la oportunidad de cumplir un ulterior paso hacia adelante, mirando al pasado sin rencores, pero según Cristo y en comunión con Él, para proponer a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la novedad radical de Jesús, la misericordia sin límites de Dios: precisamente - destacó- lo que los Reformadores a su tiempo querían estimular".

En este punto, el Papa dio gracias a Dios porque hoy "finalmente despojados de todo lo que nos estorba, fraternalmente corramos resueltamente al combate que se nos presenta, fijando la mirada en Jesús".

En todo caso, católicos y evangélicos están llamados a "sanear la memoria, testimoniar a Jesucristo". "Para el futuro, deseo confirmar nuestra llamada sin retorno a dar testimonio juntos del Evangelio y a continuar en el camino hacia la plena unidad. Haciéndolo juntos, agregó, nace también el deseo de ir más allá, en nuevos recorridos", clamó el Papa.

Y es que "la llamada urgente de Jesús a la unidad nos interpela, como también la entera familia humana, en un periodo en el cual experimenta graves laceraciones y nuevas formas de exclusión y de marginación. También en esto es grande nuestra responsabilidad".

Sobre la división causada por la Reforma, Bergoglio admitió que "los creyentes no se sintieron más hermanos y hermanas en la fe, sino adversarios y competencia. Por demasiado tiempo alimentando la hostilidad y han sido ávidos en luchas, fomentadas por intereses políticos y de poder, incluso no han tenido escrúpulos en usar la violencia los unos contra los otros, hermanos contra hermanos", resaltó.

El Pontífice explicó que "las diferencias en cuestiones de fe y de moral, que todavía existen, permanecen como desafíos en el recorrido hacia la visible unidad, la cual anhelan nuestros hermanos. El dolor es vivido especialmente por los esposos que pertenecen a confesiones diversas". El camino ya está en marcha, y es un camino sin retorno.

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