Cumbre internacional en Madrid Líderes religiosos piden una "paz digna" para israelíes y palestinos
Líderes religiosos de la comunidad judía, musulmana y cristiana en Oriente Medio se han comprometido este miércoles en Madrid a trabajar en favor de una paz que reconozca el derecho de los pueblos palestino e israelí "a existir con dignidad" y han instado al "cese de la incitación, la tergiversación y la distorsión de la imagen del otro".
En un contexto en que el proceso de paz entre israelíes y palestinos está congelado, el Gobierno español, con el apoyo de la Alianza de Civilizaciones de la ONU, ha organizado una cumbre inédita de líderes religiosos que se ha desarrollado los pasados lunes y martes en Alicante y que se ha clausurado en Madrid con la participación de los ministros de Exteriores, Alfonso Dastis, y Justicia, Rafael Catalá.
Esta reunión, cuya celebración impulsó el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, busca fomentar que los líderes religiosos con influencia en sus comunidades ejerzan un papel positivo en la construcción de la paz.
En su intervención ante los participantes, Dastis se ha preguntado si para construir la paz en Oriente Medio no se debería haber prestado desde el principio más atención al factor religioso, entendido como la herramienta que puede ser "el cimiento, la argamasa y la viga maestra" de la paz en la región.
El ministro ha recordado que hace 25 años Madrid acogía precisamente una conferencia en la que por vez primera palestinos e israelíes se sentaron en la misma mesa y que sirvió para que se empezara a hablar del proceso de paz. Hoy España sigue con la misma vocación de servir a la paz sacando pecho de la ausencia de partidos racistas, xenófobos o antieuropeístas en su Parlamento.
Ninguna fuerza política de relevancia "exige (en España) el cierre de fronteras o la expulsión de inmigrantes", ha subrayado el ministro, que ha presentado a la sociedad española como una sociedad "abierta" que ha sabido integrar en los últimos años a millones de personas venidas de fuera y que hoy suponen el 12 por ciento de su población total.
Eso, y una experiencia exitosa de convivencia pacífica entre tres culturas en la época de Al-Andalus, sitúan a España como un actor que puede y quiere aportar a la paz en Oriente Medio.
Hasta Alicante y Madrid se han desplazado, incluso llegando a cancelar otros compromisos, destacadas figuras de las comunidades judía, musulmana y cristiana. Entre ellos estaban el Gran Rabino de Israel, David Lau; el líder del Movimiento Nacional Religioso, rabino Yaakov Ariel, o el consejero jefe del sistema de educación religiosa de Israel, rabino Avraham Gisser.
Por parte musulmana, destacan Mahmoud al Habash, asesor del presidente Abu Mazen y encargado del sistema judicial religioso de Palestina, Imad Al Falouji, exministro y presidente del Centro Adán para el Diálogo Interreligioso en Gaza o el jeque Abdullah Nimer Darwish, fundador del Movimiento Islámico en Israel. En representación de los cristianos, ha participado el arzobispo Shomaly, patriarcado latino de Jerusalén, entre otros.
En la declaración pactada al término de la reunión, los líderes religiosos también se comprometen a "educar a las futuras generaciones en la preservación del respeto mutuo" y reconocen su responsabilidad en el establecimiento de una "convivencia pacífica" en la región que comparten.
"Nosotros, como líderes religiosos, tenemos la responsabilidad de fomentar una vida de respeto mutuo basada en la justicia y la seguridad", añaden en el texto, donde reconocen la santidad de Tierra Santa para las tres religiones.
"La violencia que se ejerce, supuestamente en el nombre de Dios, es una profanación de su nombre, un crimen contra aquellos creados a su imagen, y un envilecimiento de la fe. Los únicos medios adecuados para resolver los conflictos y el desacuerdo son la negociación y la deliberación", continúa la declaración.
Los líderes religiosos exhortan además en el texto a los políticos palestinos e israelíes a que trabajen en la búsqueda de una solución al conflicto y anuncian la creación de un comité permanente que trabajará para aplicar los principios recogidos en esta declaración.
En rueda de prensa para presentar las conclusiones de la reunión, el rabino Michael Melchior, presidente de la iniciativa de paz Mosaica, ha subrayado que la sola celebración de este encuentro es ya "un milagro" y ha explicado que los líderes religiosos están obligados a alzar la voz y pedir el cese de "tanto derramamiento de sangre" en un momento en el que "está muy de moda" crear "barreras entre las personas, las guerras y los odios".
Al Falouji, que reside en Gaza, ha subrayado también la necesidad de que los líderes religiosos se impliquen en fomentar la paz porque cuando lo hacen dejan a los extremistas en ambos lados "sin materia prima" para sus posiciones radicales.
(RD/Ep)