"En Francia hay un gran problema ahora mismo" Musulmanes y judíos israelíes, perplejos por la polémica del burkini

En Israel, donde se puede decir que musulmanes y judíos no siempre están de acuerdo, existe una confusión y sorpresa compartidas por lo acontecido al otro lado del Mediterráneo: la prohibición por algunos alcaldes de los trajes de baño que cubren todo el cuerpo, llamados burkinis, en sus playas.

El máximo tribunal administrativo de Francia revocó la prohibición el viernes, pero los alcaldes de varias localidades costeras han dicho que desafiarán el dictamen, decididos a acabar con los trajes de baño diseñados para cumplir con los requisitos del Islam en público.

Se trata de una medida que a la vez ha cosechado apoyo popular y provocado indignación y mofas, con editorialistas utilizando la ironía de que un país liberal vaya contra las restricciones del Islam diciendo a las mujeres cómo deben vestir.

En Israel puede que haya profundas diferencias ideológicas y políticas entre judíos y la minoría musulmana, que supone un 20 por ciento de la población, pero nunca se ha prohibido ninguna clase de vestimenta con la religión como base.

"Es muy gracioso que la gente piense que son tan liberales y abiertos y aún así no puedan soportar otras religiones y los sentimientos de otra gente", dijo Ruti Solomon, una mujer israelí judía que disfruta del sol en una playa de Tel Aviv.

Detrás de ella, mujeres musulmanas con los cuerpos y las cabezas completamente cubiertas con trajes de baño del estilo de los burkinis juegan en el agua o se relajan en la arena, con cúpulas de iglesias y minaretes de mezquitas a poca distancia en la localidad de Jaffa.

"He oído lo que está pasando en Europa", dijo Shams al-Duha Alayyan, una joven mujer musulmana completamente cubierta que visitaba la costa desde Jerusalén. "Esto es libertad personal. Si quiero cubrir mi cuerpo ¿por qué no puedo cubrir mi cuerpo?".

Por supuesto, Israel tiene peculiaridades también. La población ultraortodoxa judía disfruta de la playa como el resto, pero se mantienen separados. No solo tienen playas segregadas sino que alternan los días de baño para hombres y mujeres.

Al norte de Tel Aviv, era el día de las mujeres en una playa ultraortodoxa. Numerosos visitantes llegaron con trajes de baño que cubrían todo el cuerpo y fueron hacía la playa a través de una puerta de seguridad, con altas vallas para mantener alejados los ojos curiosos.

Anat Yahav es la directora ejecutiva de SunWay UV Clothing, una compañía israelí de ropa para judíos y musulmanes en Israel y en el extranjero. Las mujeres musulmanas prefieren trajes de baño con la cabeza cubierta y las mujeres judías cubrir todo el cuerpo excepto la cabeza, dice.

En cualquier caso, el negocio se mantiene con fuerza y ella no entiende por qué los franceses han decidido organizar tanto escándalo.

"Cuando veo lo que está pasando en Francia, creo que estamos muy cuerdos aquí", dijo con una risa.

La prohibición francesa contra los burkinis llegó después de una serie de atentados islamistas que ha puesto a la nación al límite. Mientras los playeros israelíes simpatizan con la necesidad de endurecer la seguridad, advierten de que están perdiendo de vista el objetivo.

"En Francia (...) hay un gran problema ahora mismo", dijo Shiran Rokban, una bañista en Tel Aviv. "Tienen que lidiar con el problema real, no con el burkini y esta clase de cosas en la playa".

(RD/Agencias)

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