Recibe a Teofilos III, junto al que se compromete a "caminar hacia la unidad plena" El Papa pide "defender y preservar" el Statu Quo de la Ciudad Santa de Jerusalén

(Jesús Bastante/Agencias).- "El Statu Quo de la Ciudad Santa (de Jerusalén) debe ser defendido y preservado". Francisco pidió "rechazar con firmeza todo tipo de violencia, todo tipo de discriminación y toda manifestación de intolerancia contra personas o lugares de culto judíos, cristianos y musulmanes" durante su encuentro con Teofilos III, patriarca Greco Ortodoxo de Jerusalén, a quien recibió en el Vaticano.

Para el Papa, Jerusalén "debería ser un lugar donde todos puedan convivir pacíficamente; de lo contrario, proseguirá para todos y sin fin la espiral del sufrimiento". En su encuentro con Teofilos, Bergoglio mostró "nuevamente mi cercanía a todos aquellos que sufren por los conflictos que desde hace decenios afligen Tierra Santa".

En este sentido, Francisco pidió "a todos los sujetos implicados que multipliquen los esfuerzos con el fin de que se realicen las condiciones para una paz estable, basada en la justicia y el reconocimiento de los derechos de todos". Por ello, añadió, "es necesario rechazar con firmeza todo tipo de violencia, todo tipo de discriminación y toda manifestación de intolerancia contra personas o lugares de culto judíos, cristianos y musulmanes".

Junto a Teofilo, el Papa invitó a que "sean reconocidos" los derechos de las familias y los jóvenes cristianos de Tierra Santa "como parte integrante de la sociedad y que, como ciudadanos y creyentes de pleno derecho, brinden, sin desmayo, su propia contribución para el bien común y la construcción de la paz, comprometiéndose en ser artífices de reconciliación y de concordia. Esta contribución será aún más eficaz en la medida en que se realice una sintonía cada vez mayor entre las diversas Iglesias de la región".

A su vez, Francisco reiteró su "sincero anhelo" en el camino "hacia la unidad plena entre nosotros". "Sé bien que algunas heridas del pasado siguen dejando marcas en la memoria de tantos, no es posible cambiar la historia, pero, sin olvidar las graves faltas de caridad cometidas durante siglos, dirijamos juntos la mirada a un futuro de reconciliación plena y de comunión fraterna y pongámonos ahora manos a la obra, como el Señor desea", señaló. "No hacerlo sería la culpa más grave de hoy, sería desoír la apremiante invitación de Cristo y los signos de los tiempos, que el Espíritu siembra en el camino de la Iglesia".

"Deseo reafirmar mi cercanía a los hermanos cristianos de Tierra Santa y mi afecto a los amigos de las otras grandes religiones presentes en la región, esperando y rogando que llegue pronto para todos el día de una paz estable y duradera" culminó el Papa, quien terminó su discurso de este modo: "Pidan paz para Jerusalén".

Por otro lado, Francisco recibió a una delegación de estudiantes y profesores de la Universidad de Tel Aviv, ante quienes pidió "formar líderes capaces de abrir nuevos caminos para responder a las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer aquellas futuras".

"La actividad educativa - precisó el Pontífice - aunque a veces sea ardua, es siempre una de las tareas más importantes y delicadas, porque mira a formar a la persona en su integridad. Para realizar esta fundamental tarea, se necesita ciertamente experimentar habilidad profesional y técnica, pero también empatía y sensibilidad humana, en relación a estimular un diálogo sincero con los estudiantes y favorecer su formación, sea como personas, sea como futuros profesionales en las respectivas áreas de estudio".

Finalmente, Begoglio reclamó a la Universidad "contribuir a crear un nuevo liderazgo, atento a las grandes cuestiones éticas que interpelan nuestra sociedad y a la exigencia de tutelar y promover a los más vulnerables entre nuestros hermanos y hermanas".
"Sólo sirviendo a un desarrollo humano integral - agregó - la ciencia y las disciplinas humanistas pueden expresar su plena dignidad".

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