(Carlos López Lozano, obispo presidente de la Iglesia Reformada Episcopal).- Hoy, 25 de noviembre, "Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres", recordamos que la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió en 1997 que el 25 de noviembre fuera el día de la eliminación de la violencia de género, con el fin de denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas para su erradicación en todo el mundo.
La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981 en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabel (Patria, Minerva y María Teresa), en la República Dominicana.
La violencia contra las mujeres se ha convertido en un problema estructural con el objeto de mantener o incrementar su subordinación al varón. El origen se encuentra en la falta de equidad en las relaciones entre hombres y mujeres en diferentes ámbitos y en la discriminación persistente hacia ellas.
Se trata de un problema social presente tanto en el ámbito doméstico como en el público, en sus diferentes vertientes: física, sexual, psicológica, económica, cultural etc., y afecta a algunas mujeres desde el nacimiento, hasta la muerte; este tipo de violencia, no está confinada a una cultura, región o país específico, ni tampoco a grupos concretos de mujeres en la sociedad.
Desde nuestra Iglesia, nos unimos a la sociedad civil con el fin de manifestar nuestro más firme rechazo ante cualquier forma de violencia.
Creemos importante alcanzar la equidad de género, que pasa necesariamente por «transformar las reglas sociales» y los roles que subordinan a la mujer, mejorar las políticas en educación, una justicia adecuada y una prevención sistemática .
Es nuestro deseo ferviente no tener que celebrar nunca más este día porque ya no exista más desigualdad ni violencia. Con esta idea clara elevamos hoy nuestra oración y nuestro compromiso.
+Carlos Lopez Lozano
Iglesia Española Reformada Episcopal
(Comunión Anglicana)