Lanzan un mensaje común de reconciliación ante la Semana de Oración por la Unidad Las iglesias cristianas de toda Europa admiten los "dolorosos periodos de división, condena mutua e incluso violencia"
(Jesús Bastante).- "A través del diálogo profundizamos en nuestra recíproca comprensión. A través de los testimonios y acciones comunes construimos puentes. A través de la oración aprendemos a reconocer la obra de Espíritu Santo". Esta es la base del mensaje conjunto que los presidentes de las conferencias episcopales (católicos) y de las conferencias de iglesias (protestantes) europeas han lanzado con ocasión de la Semana de Oración por la Unidad, que arranca hoy.
En el documento, titulado "Reconciliación. El Amor de Cristo nos apremia", los firmantes reconocen que "la historia del Cristianismo en Europa ha estado marcada por dolorosos periodos de división, condena mutua e incluso violencia".
"Hemos de recordar de nuevo nuestro difícil pasado", aseguran, refiriéndose al V Centenario de la Reforma. Y es que, pese a la oposición de los grupos más conservadores de una u otra rama, "recordar estos eventos y confrontarnos con nuestra historia es una magnífica oportunidad para renovar nuestro empeño en la reparación de las heridas y la superación de las divisiones", así como para el compromiso de "trabajar para la reconciliación a través de las palabras y nuestras acciones".
En la nota, ambas instituciones celebran sus 45 años de colaboración, que ha redundado en "el fomento de un significativo diálogo teológico". También, "compartir los sufrimientos y las alegrías terrenas nos une", aseguran, señalando algunas iniciativas para alcanzar la unidad, desde la oración hasta "nuestro empeño por la justicia ecológica" o el trabajo conjunto con las minorías.
"Las múltiples crisis que Europa y los Estados vecinos han sido llamados a afrontar nos acercan todavía más", señala la nota, que hace hincapié en que "guerras y conflictos, incertidumbre política, migración y desafíos ecológicos, pobreza material y espiritual, tocan la vida de todos en Europa y más allá de sus fronteras". Con las crisis, constatan "llega también la esperanza".
"Es a través del diálogo que profundizamos en nuestra recíproca comprensión. A través de los testimonios y acciones comunes construimos puentes. A través de la oración aprendemos a reconocer la obra de Espíritu Santo. El camino a seguir puede parecer no siempre claro o sencillo, pero tenemos siempre en el corazón esa verdad por la que ‘El Amor de Cristo nos apremia'", concluye la nota.
Éste es el mensaje:
"Reconciliación - El Amor de Cristo nos apremia"
Mensaje conjunto de los Presidentes CCEE y de la KEK con ocasión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2017
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,El amor de Cristo nos apremia (2 Corinzi 5:14)! Una gran verdad se encuentra en este versículo de la segunda carta de San Pablo a los Corintios que inspira este año la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
La historia del Cristianismo en Europa ha estado marcada por dolorosos periodos de división, condena mutua e incluso violencia. Mientras algunas iglesias se preparan para celebrar el
500° aniversario del inicio de la Reforma Protestante, hemos de recordar de nuevo nuestro difícil pasado. Recordar estos eventos y confrontarnos con nuestra historia es una magnífica oportunidad para renovar nuestro empeño en la reparación de las heridas y la superación de las divisiones. Nos dirigimos a Cristo, que reconcilia todos los pueblos y la creación con Dios, con el fin de que nos guíe en esta tarea. Con humilde gratitud por el don recibido, trabajamos para la reconciliación a través de las palabras y nuestras acciones.Hoy celebramos también el crecimiento en la colaboración y el fomento de un significativo diálogo teológico. El Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y la Conferencia de Iglesias Europeas colaboran desde hace 45 años a través del Comité Conjunto en numerosos ámbitos de interés común. También compartir los sufrimientos y las alegrías terrenas nos une. Nuestra solidaridad hacia las minorías como la comunidad gitana, nuestro empeño en la justicia ecológica y las iniciativas de oración para alcanzar la unidad dentro del Cuerpo de Cristo han sido consolidados a través de dicha relación.
Las múltiples crisis que Europa y los Estados vecinos han sido llamados a afrontar nos acercan todavía más. Guerras y conflictos, incertidumbre política, migración y desafíos ecológicos, pobreza material y espiritual, tocan la vida de todos en Europa y más allá de sus fronteras. Con estas crisis, sin embargo, llega también la esperanza. Juntos podemos anunciar el Amor de Cristo para la reconciliación a través de la protección de la Creación, la solidaridad hacia los más necesitados y la tutela de la dignidad del pueblo de Dios.
Es a través del diálogo que profundizamos en nuestra recíproca comprensión. A través de los testimonios y acciones comunes construimos puentes. A través de la oración aprendemos a reconocer la obra de Espíritu Santo. El camino a seguir puede parecer no siempre claro o sencillo, pero tenemos siempre en el corazón esa verdad por la que ‘El Amor de Cristo nos apremia'.