Bienaventuranzas del Tiempo

Bienaventuranzas del Tiempo

Felices quienes se han dado cuenta que para todo hay un tiempo:

Un tiempo para gozar la noche y un tiempo para contemplar el día.

Un tiempo para el buen humor y la risa y  un tiempo para compartir las lágrimas.

Un tiempo para brindar con el vino de la amistad y un tiempo para serenar los ánimos.

Un tiempo para acariciar, para besar y un tiempo para añorar la pasión.

Un tiempo para perder el tiempo y un tiempo para sembrar semillas de sabiduría.

Un tiempo para la desnudez estival y un tiempo para abrigarse del crudo invierno.

Un tiempo para disfrutar en compañía y un tiempo para entrar en el corazón.

Un tiempo para la plena confianza y un tiempo para la necesaria prudencia.

Un tiempo para traspasar fronteras y un tiempo para no salir de la propia habitación.

Un tiempo para la brisa solidaria y un tiempo para palpar tu propio egoísmo.

Un tiempo para estallar de felicidad y un tiempo para dejarse permear por la melancolía.

Un tiempo para mirar el horizonte luminoso y un tiempo para el forzado repliegue.

Un tiempo para sentirse lleno de luz y un tiempo de dudas y oscuridad.

Un tiempo para la incesante búsqueda y un tiempo para el cómodo abandono.

Un tiempo para el amor ardoroso y un tiempo para la ira contenida.

Un tiempo para el fecundo encuentro y un tiempo para la penosa soledad.

Felices quienes sienten que lo verdaderamente importante es entregar tu tiempo por los demás. Y para disfrutar y contemplar con el corazón lo que la vida nos va enseñando lentamente…  

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