Constancia y polvo,
piedras y horizonte.
Caminante en el camino,
tortuoso a veces,
duro como la roca,
gozoso y sencillo,
como la vida.
El horizonte llega
paso a paso,
hasta el de hoy,
que convoca al siguiente.
La sabiduría del instante.
El momento asumido
como principio,
alzando la suela del pasado,
emprendiendo con valor
el movimiento que conlleva
la incertidumbre.
Caminante,
ese camino lo construyes
con el esfuerzo
de cada pisada,
ante el hermoso paisaje
que te envuelve,
contemplando en silencio
lo que te deslumbra,
lo que te espera
enfrente, alrededor,
muy dentro de ti.