Credo de la común humanidad

Creo en el regenerador descanso nocturno, en cada nueva caricia de la mañana que comienza, en la luminosa presencia del sol, que nos da calor y ganas de vivir, en el frescor del agua de la ducha que nos limpia las legañas de las sombras y la desidia.

Creo en los pasos de la gente hacia el trabajo que les permite vivir; hacia el instituto o la universidad que les abre nuevos caminos; hacia la diversión y el entretenimiento que les ayuda a reír y gozar de la amistad; hacia la profundización y conocimiento de su propio ser en solidaridad con los demás.

Creo en las personas que dan su tiempo por construir una nueva sociedad, en la medida de sus posibilidades. En quienes no se dejan anclar por el statu quo, lo de siempre, sino que se abren a nuevas realidades en todos los ámbitos de la vida. Eso les hace mujeres y hombres libres, siempre jóvenes, sin ataduras.

Creo en los seres humanos que acompañan y se dejan acompañar. Que acogen sin pedir el DNI, ni el papel de residencia, ni la idoneidad con las propias creencias. Simplemente porque son personas, de su misma familia humana. Y que luchan porque se acepte así en el seno de la sociedad y en las leyes.

Creo en la amistad, en la fraternidad, en la común humanidad, en el necesario cuidado del universo vital que nos rodea. Creo en la bondad de las personas, que está presente en sus genes, y que se puede imponer sobre la maldad (que también existe) hasta llegar un día a la plenitud humana.

Creo que estamos destinados al encuentro, a la profundidad, a la trascendencia, a la felicidad. Creo que todo esto se debe experimentar en esta vida sin término que estamos disfrutando ya, y que solo se podrá sentir si vivimos una honda espiritualidad humana, un profundo cambio de paradigmas, una verdadera asunción de la sobriedad y la solidaridad como norma de vida, y un desinterés hacia los valores que la sociedad de consumo intenta que sigamos.

Creo en el Amor, en la Ternura, en la Sinceridad, en la Pasión por la vida. Creo en la familia de sangre, abierta al otro, sin dogmas ni prevenciones, y en la gran familia humana de la que formamos parte. Creo en la Esperanza que se construye desde el día a día. Creo en la Solidaridad, en la Justicia. Y en la Paz, que es fruto de ellas. Creo en la Poesía, en la Belleza y en la Armonía que laten en todo nuestro Universo. Y que los hombres y mujeres de este hermoso Planeta azul debemos ser co-creadores y cuidadores de todo cuanto existe y existirá después de nosotros.
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