Encuentros

Hay encuentros que se producen de forma espontánea,
cuando a la vuelta de la esquina una antigua amistad
te invita a brindar por el pasado y a descifrar el futuro.

También te llena de alegría el encontrar
ese libro que andabas buscando desde hace tiempo
o la libreta de direcciones que creías haber extraviado.

A veces, también, se producen encuentros
que preferirías que no se hubieran dado,
pues la tristeza, el dolor, la nostalgia le acompañan.

Pero los hallazgos, los encuentros que mejor saben
son los que brotan de la búsqueda, del interés
por conseguir algo que deseas de verdad.

Y cuando esa búsqueda fructifica,
cuando ese deseo se convierte en realidad,
el alma se ensancha,

la existencia parece alcanzar otra tonalidad,
la noche va alcanzando los primeros colores
del amanecer y surge espontánea

una plena satisfacción que despunta
en el gozo de sentirse vivo.
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