Aunque te acogiera la nada,
la Nada te abrirá cálidamente sus brazos.
Aunque te escondieran en la tierra,
la Tierra te fecundará para siempre.
Aunque te perdieras en la oscuridad,
la Oscuridad sería la dulce sombra
que te protegería de tanta luz.
Aunque te conviertas en pura energía
la Energía vital te hará estallar en un inmenso
y nuevo big-bang de felicidad.
Porque no hay otra vida,
sino una transformación y extensión
de esta, tu propia vida.
Y ahí estará Ella,
sin nombre, sin palabras que la limiten,
sin forma que la aprisione,
sin dogmas que la fijen,
en una sorpresa inimaginable.
Y ya tú, como una gota,
fundiéndote en el mar infinito,
desapareciendo y recobrando
tu más íntima identidad,
sembrada de recuerdos y vivencias,
rostros, presencias reales,
unidas por el amor con el que habéis
entrelazado vuestros corazones.