la ternura que hay a tu alrededor o dentro de ti,
aspírala sin ningún pudor, profundamente.
*
Es mucho más necesario
reconstruir la casa desolada
que llorar sobre sus ruinas.
*
Aquella mañana le dejó
algo inusual junto al desayuno:
un precioso presente.
Que no tenía que ver ni con el ayer
ni con el futuro incierto.
*
Si logramos levantar la vista en algún momento
del ordenador, del móvil u otras ocupaciones absorbentes,
podremos contemplar la increíble maravilla
de un cielo gris o azul, en el que brillan el sol o la luna,
incluso las estrellas que cubren nuestro firmamento
y nos acompañan cada noche de nuestra existencia.
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Llamamos nuestros bienes a todas las cosas que poseemos.
Pero no nos harán ningún bien si no los compartimos,
si solo pensamos en tener cada día más,
si nos impiden vivir y crecer en libertad.
*
En estos tiempos de prisas e incomunicación,
lo que más se agradece y consuela
es que te escuchen,
con tranquilidad, empatía y atención.