Nuevo Cántico de Daniel
Que todos los seres del universo
alaben al Aliento vital que reside en ellos.
Hombres y mujeres generosos, que cuidáis
y os desvivís por los demás, bendecid a vuestro Dios.
Quienes trabajan día a día,desinteresadamente,
por la justicia y la paz, bendecid a vuestro Dios.
Cielos y tierras de todo el cosmos conocido
y desconocido, bendecid a vuestro Dios.
Todas las estrellas, las galaxias, la Vía Láctea,
el Sol y la Luna que nos dan la vida, bendecid a vuestro Dios.
El agua, tan humilde y sencilla, el viento
y la brisa de la tarde, bendecid a vuestro Dios.
El fuego y también el calor, la nieve,
los fríos, las heladas nocturnas, bendecid a vuestro Dios.
Manantiales, ríos, lagos, embalses artificiales,
mares y océanos, bendecid a vuestro Dios.
La luz y las tinieblas, el firmamento azul
y la oscuridad de la noche, bendecid a vuestro Dios.
Todos los pueblos de la tierra, todas las culturas,
las ideologías, las diversas religiones, bendecid a vuestro Dios.
También los ateos, los agnósticos, los alejados de la fe,
los desesperanzados, bendecid a vuestro Dios.
El ordenador y el microchip, el móvil e internet,
los robots, todas las conquistas y descubrimientos
que nos ayudan e invitan a acercarnos y humanizarnos,
bendecid a vuestro Dios.
La Madre naturaleza, nuestra Tierra viva,
tan querida y maltratada a la vez, bendice a tu Dios.
Las personas mayores, las de mediana edad,
los jóvenes y los bebés, bendecid a vuestro Dios.
Científicos, poetas, artistas de todas las artes,
médicos, misioneros, e incluso también los políticos,
bendecid a vuestro Dios.
Bendigamos al Dios de todos los nombres,
a la Fuente, a la Realidad, al Misterio,
a la Presencia que nos habita y sostiene todo.
Ensalcémosle todos los que vivimos
en este hermoso y pequeño planeta, y también
quienes lo han habitado antes de nosotros.
Alabemos siempre a nuestro Dios,
que es la plenitud y la consistencia de la Vida.
(Salmos para otro mundo posible, Paulinas)