No tengas miedo…
La noche va pasando,
ya despunta el día,
la claridad vuelve diáfanos
los rincones más oscuros,
los desprecios, las ausencias, el olvido,
que van dan paso a un feliz reencuentro
con la amistad, contigo mismo.
No tengas miedo…
Aunque dejaste de contemplar
el cielo constelado, las voces
y las manos que te reclamaban,
hoy las estrellas que siempre
han iluminado tu universo
te siguen acompañando,
alentando, cuidando.
No tengas miedo…
Porque las heridas irán cicatrizando,
las lágrimas limpiarán
tu rostro y tu mirada,
para que amanezca de nuevo
la sonrisa, la palabra
y el abrazo profundo
que te identifican y te requieren.
No tengas miedo…
Pues otro pecho acogerá tu anhelo
en el tiempo propicio,
para recorrer juntos la frondosa senda
de brotes fragantes
y rumorosos manantiales.
Ahora es el momento
de alzar alegre, y al fin libre, el vuelo