Solo cuando lo sientas
como una herida
o un temblor en las entrañas,
podrás interpretar
la revelación del don
que se te ha concedido.
Para volver a reencontrarte
tras el exilio del deseo.
Y así descifrar
palabra a palabra,
beso a verso,
el lenguaje de la ternura
que un día perdimos.
Para que no se oculte más
el sol en tu camino.