No quiero

No quiero
No quiero

No quiero

que privaticen la felicidad

que silencien la brisa y el canto

que vuelva el miedo a las calles

que sepulten los versos y el espanto.

No quiero

que precinten las puertas

que se acapare el pan y la imaginación

que nos muerda la indiferencia

que haya lunes sin ilusión.

No quiero más banderas ni fronteras

que las del corazón. 

No quiero

que nos sigan engañando con falacias

que insulten con altivez y arrogancia

que subestimen desde el silencio

que arrojen solo migajas y desprecio.

No quiero

que haya más jirones sobre las vallas

que corra la sangre por la playa

que echen más sal sobre las personas heridas

que suenen a imposible sus demandas.

No quiero que emigren con dolor

las aves que nacieron de mis entrañas.

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