Es tiempo de contemplar
el pétalo y su rosa,
tiempo de dejarse conmover
por el hambre, las llagas, la sangre.
Es tiempo de entrelazar
los brazos, las miradas, las sonrisas,
tiempo de inhumanidad,
despojos, infecundas iras.
Es tiempo de desnudar
para sacar a la luz
la noche y sus tinieblas,
tiempo de soñar despiertos,
de despertar el alba,
de proteger tanta vida…