El papa Francisco ha dicho hoy, sábado 4, en una multitudinaria Vigilia, previa al Sínodo que empieza mañana:
"Pidamos al Espíritu Santo escuchar a Dios y el clamor del pueblo, disponibilidad a confrontarnos de forma sincera, abierta y fraterna, mantener nuestra mirada fija en Jesucristo, haciendo lo que Él nos diga".
Esta frase da en el clavo de una convicción elemental de la teología pastoral posconciliar, que no terminan algunos de asimilar. Por eso me hago y dejo aquí un par de preguntas:
- ¿Por qué algunos eligen no escuchar "el clamor del pueblo" cuando se dicen "cristianos", incluso desempeñan funciones importantes al servicio del Pueblo de Dios?
- ¿Aun no saben que si no escuchan al pueblo, tampoco pueden escuchar a Dios ni seguir a Jesús?