María Auxiliadora, la Virgen de Don Bosco

Hoy, 24 de mayo, se celebra en todas las obras salesianas (colegios, parroquias, centros juveniles, plataformas sociales...) la fiesta de María Auxiliadora. En Turín, Italia y luego en todo el mundo nombrar a María Auxiliadora es lo mismo que nombrar a "la Virgen de Don Bosco".

Sin embargo, no es un título inventado, ni mucho menos, por Don Bosco. Está asociado a la petición de ayuda a la Virgen en momentos en que los cristianos han pasado dificultades especialmente graves. Podéis encontrar un buen resumen de su historia aquí.

¿Por qué Don Bosco eligió esta advocación de María para asociarla para siempre a su obra? ¿Por qué esta fiesta es más importante en su celebración para la Familia Salesiana que la de su mismo fundador? Hay que acudir al comienzo de su obra en favor de la juventud necesitada para comprenderlo.

Juan Bosco cree desde el inicio de su vocación que es la Virgen María la que le pide que se entregue a los "jóvenes pobres y en peligro". Cuenta que a los 9 años tuvo un famoso sueño en que Ella (entonces sólo sabe ponerle el nombre de "una Señora") así se lo hizo ver.

En 1841 se ordena sacerdote y en seguida se entrega a dichos jóvenes abandonados y desarraigados del Turín industrial de entonces. En 1846 consigue un lugar fijo donde darles acogida, el Oratorio, en el barrio de Valdoco. A pocas manzanas se encuentra el santuario, aún ahora muy querido por los turiseses, de la Virgen de la Consolata. Ante el altar de esta Virgen de la Consolación pasará alguno de los malos tragos que las dificultades de su labor le va a ir ocasionando. Especialmente importante fue la muerte de su madre, Mamá Margarita, en noviembre de 1856, la persona que más le ayudaba con las comidas y el mantenimiento de sus cientos de chicos acogidos, el necesario rostro maternal de su Oratorio.

Alrededor de 1854 (dogma de la Inmaculada)Don Bosco empieza a usar más el título de Inmaculada que el de Consolata para referirse a la Señora que desde los 9 años le había señalado el campo en que trabajaría siempre.

Por fin, a partir de 1862, decide adoptar el título de María Auxiliadora para nombrar a la Virgen que quería cuidar, a través de él, de Don Bosco, a los chicos pobres y necesitados de Turín. Y comienza a construir en Valdoco su gran santuario de María Auxiliadora, consagrado solemnemente en 1868. Está presidido por un gran cuadro. Una parte de dicho cuadro es muy popular en todo el mundo porque de él se extraen las imágenes de los calendarios y estampas de María Auxiliadora.

Muchos pensamos que la gran genialidad de Don Bosco es asociar a la Virgen que auxilia a los cristianos en momentos difíciles (en aquel momento, a las tensiones por la unificación italiana) con la Señora que quiere proteger, cuidar y educar a los jóvenes más desprotegidos y pobres del nuevo (y a veces cruel) mundo moderno industrial. Esa Virgen que es parcial, que está con los pequeños y últimos, María Auxiliadora, será para siempre, desde 1862 hasta hoy, la Virgen de Don Bosco.

¡Feliz fiesta a todos los que hoy la recuerdan!
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