¡Feliz fiesta de San Juan Bosco a todos los miembros de la amplia Familia Salesiana!

También a todos los que admiran a este santo, pues Don Bosco pertenece a toda la Iglesia, no sólo a los que llevan oficialmente su nombre: Salesianos, Hijas de María Auxiliadora, Cooperadores Salesianos, Antiguos Alumnos, jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano.

Su figura es tan rica que podemos correr el riesgo de recortarla y perder aspectos esenciales al hablar de él. Fue tremendamente activo con sus mil acciones de caridad en favor de los jóvenes necesitados, y a la vez, persona de una profunda y continua oración. De ella sacaba las fuerzas para su casi titánica labor. De Don Bosco pudieron decir que vivía "como si viese al Invisible" (Hebreos 11, 27), es decir, se palpaba que estaba en contacto continuo con Dios. Uno de sus primeros salesianos escribió un libro titulado precisamente "Don Bosco con Dios".

Proporcionó a aquellos chavales comida, casa, escuelas, formación profesional, juegos...; pero consideraba su acción incompleta si a los jóvenes no les llegaba lo mejor: conocer a Dios, vivir los sacramentos (sobre todo la Eucaristía y la reconciliación), la devoción sencilla y vital a María. De ahí su lema: formar buenos cristianos y honrados ciudadanos. Más recientemente se ha traducido como educar evangelizando y evangelizar educando. Pasó su vida abriendo caminos nuevos de accion caritativa y, a la vez, supo ser siempre muy fiel a la Iglesia y a la figura del Papa. Ha sido uno de los santos que ha sabido unir mejor la dimensión vertical (amor a Dios) y horizontal (amor al prójimo) de la vida cristiana. No presentamos al verdadero Don Bosco sin prescindimos de una de ellas, de ese equilibrio que alguno de sus sucesores llamó gracia de unidad.

Quizá él se sonrojaría hoy al leer estas alabanzas, porque nunca quiso ponerse en el centro. En el centro siempre puso a Dios, a Jesús como Buen Pastor, a María Auxiliadora... y a los jóvenes. Y en su humildad, se preocupó de que las congregaciones que fundó no llevaran su nombre, sino el de su santo preferido, San Francisco de Sales, en el caso de los Salesianos, y el de María Auxiliadora, para las Hijas de María Auxiliadora.

Además de celebrar su fiesta con alegría, hoy puede ser un buen día para invitar a unos y otros a conocer a D. Bosco entero, sin recortes. Podemos aprender mucho de él, especialmente en la actualidad, dado que nos cuesta tanto lograr una síntesis completa de vida cristiana auténtica.