Venezuela, 'El Dorado' bolchevique. ®
Parece mentira lo que está ocurriendo en el gobierno de la Iglesia, pasa ya de medio siglo. Algo así como si el Espíritu Santo abandonara a sus pastores o, más insólito, como si hace muchos años no lo hubieran tenido de su parte. Allá ellos; cabeza tienen para pensar. Y ante el hecho de insistir en nuevas estupideces de ininteligible caridad con los negadores de Nuestro Señor, nuestra jerarquía parece obligada a estar y figurar como si fueran lo que fueron pero ya no son. Porque como es obvio si no guardan la fe ya no son nada. O, si acaso, la nada con gaseosa de sedas y púrpuras. Es así de crudo y fuerte, y así seguirá siendo en tanto que no expulsen de la Iglesia a los enemigos que se han adueñado de sus voluntades y con ellas del aparato de gobierno. (1)
No se logrará nada con el freno, supuesto, publicitado y dado por seguro, de esas ricas instituciones de aspecto tan de 'derechas' que dan náusea en sus 'asociados' de formación seudocalvinista amantes del dinero y a la apariencia de riqueza, el "casoplón" y el "estar forrados". Delegando la salvación de su alma y hasta la ruina de sus negocios en sus 'charleros' vicarios y directores. Que les controlan hasta su manera de estornudar. A la vez que sus "consagrados" o "benefactores y empleadores" reciben substanciosos agradecimientos monetarios:"Algo que te duela, como lo que te costaría mantener un hijo...-" Y las grandes obras sociales y humanitarias de la Iglesia de hace menos de un siglo apenas se repiten ni se parecen en las propagandas de nuestros días.
"Queremos una Iglesia pobre para los pobres." Nueva idea de Caridad. Cuanto más débiles y desvalidos más esclavos de nuestros enemigos. Hipócritas y mentirosos. (Jn 8, 44) Como lo es su padre, el diablo, mentiroso y padre de la mentira. ¿Cuándo fueron excluidos los pobres desde las casas rectorales hasta las grandes instituciones sociales creadas por la Iglesia para ellos? Se cacarea una Iglesia por la realidad de que las colectas comunes no provienen de iglesias llenas. La llamada misa ordinaria las ha vaciado, y no porque sea una nueva liturgia, que como imitación de la luterana poco tiene de nueva y nada de liturgia, sino porque ha perdido su encanto celeste y trascendente; porque excita una predicación social, tribal, y escamotea el alimento del alma.
¡Ay, Pablo! ¡Oh, Santiago...! ¡Oh, Teresa...! Volved pronto a echar a los cambistas y a los expertos del falsete y la palabrería. Daos prisa en detener la santa -y terrible- ira de Dios.
No se ve el respeto de antes por lo que era nuestra esencia: enseñar la doctrina cristiana como única verdadera. Civilizadora, feliz y eterna.
Lo denunció un arzobispo extraordinario, el de Dakar. El león sordo que rompió el concierto cuando alertó: "La Iglesia ha sido ocupada." Y en lugar de recapacitar y rectificar, los dóciles "humildísimos en el Señor" decidieron excomulgarlo... ¡Al nuevo Atanasio que se resistió a enterrar la Tradición. Y al excomulgarlo -finalmente fue exonerado-, refrendaron la fuerza argumental de su denuncia! Sin pamplinas de puesta al día con imposibles ecumenismos. Ecumenismos que solo pueden aceptarse llenos de cerveza hasta las orejas.
Abrazos -¡del Papa!- con lesbianas obispesas simbolizando la aceptación del luteranismo negador de todo lo creído en la Iglesia Católica. Ahora ya no se les llama herejes, no habiendo rectificado ni una coma, sino "Hermanos separados". Reuniones de nuestros obispos como 'humildes discípulos' de 'sabios rabinos'. Abrazos con lamas seudo-divinos... O cuando Juan Pablo II, el Grande, dijo a los musulmanes, en Casablanca: "Vosotros y nosotros adoramos al mismo Dios"; pillada para tontos: "...al mismo Dios". Claro, porque solo hay uno. Pero no el mismo concepto de Dios que fijó el Verbo como solo entendimiento firmado en la cruz.
Dínoslo, Dios. ¿Qué están haciendo tus pastores -¿son tuyos?- con la Iglesia? ¿Qué pretenden hacernos creer que están arreglando? ¿Qué queda de la Iglesia que conocimos los hoy mayores y, antes, conocieron los ayer muertos en y por Dios? ¡Hombre! Por lo menos, sugiéreles a esos curas, prelados, obispos que viendo lo que ven no tienen coraje para decir "¡Se acabó!", ni para unirse a los que ya suman casi un centenar de perplejos... Inspírales que, al menos, se distribuyan por parroquias rurales medio abandonadas, que hay miles.
No nos remontemos a los años 70 y 80 de la Iglesia en España, la de Diaz Merchán, Tarancón y demás. Dejemos también al gallego Rouco, que se esforzó en mejorar la calidad de los seminarios. ¡Caray, cómo estarían!
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La gravedad que aplasta a la Compañía de Jesús
La situación de Hispanoamérica, vibrante de actualidad en Venezuela, es la película de todo lo que está pasando y el trailer de lo que pasará. Y, sobre todo, cosecha de la siembra roja realizada por Arrupe -la "explosión" en la Iglesia- en sus periplos hispanoamericanos.
Venezuela es hoy, como bien se ve incluso con los ojos vendados, la sucesora de la Cuba de Castro. Nueva plataforma de acción marxista/comunista para todo Hispanoamérica. Basta ir por allí y conocer por sus propios agentes lo que no puede ver un viajero comercial. Testigos objetivos, turistas accidentales, de trabajo, que conocen aquellos pagos -Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador, El Salvador, Chiapas...-, suelen describir una uniformidad seudo-bolchevique ya descarada. Algo parecido, dicen, al trasplante en tiempo y lugar de aquellos 70 años de horror y hambre en la URSS, de la que se proclama agente el nuevo Prepósito de la "nueva" Compañía de Jesús. Nueva, la Compañía B, según la bautizó el P. Bartolomé Sorge, SJ. (2)
Y lo peor en las actuales circunstancias es que este su nuevo Prepósito General, el venezolano Arturo Sosa Abascal, SJ, no parece tanto un relevo natural del P. Adolfo Nicolás, sino para la Iberoamérica todavía cristiana la oleada final del «satánico azote comunista» con sus irrenunciados objetivos «intrínsecamente perversos». (cf Pío XI, Divini redemptoris)
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Chavez alumno brillante de las "aulas" de Yera
Hace no muchos años quien esto escribe visitaba cada 31 de julio, Fiesta de San Ignacio, la residencia de jubilados que la Compañía de Jesús tiene en Alcalá de Henares. Me llevaban deberes de gratitud hacia algunos padres jesuitas que fueron impagable consejo en mi primera juventud. Todavía vivían cuando Hugo Chávez se hizo con el poder en Venezuela. Y, puesto que había residentes que misionaron en América, surgió natural el saber por uno de ellos algo que hoy cobra actualidad: Que el coronel Chávez, cuando por su primer intento de asonada cumplía condena en la cárcel de Yera, fue visitado dos veces por semana por "un padre jesuita". Fueron dos años y tres semanas que dieron mucho fruto, puesto que aquel jesuita le instruyó en el populismo que hoy impera en Venezuela.
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¿Siguen existiendo los jesuitas?
Esa es la pregunta: ¿Siguen existiendo? Desde décadas la América amerindia, como llaman a los genuinos americanos, es misionada sobre pautas marxistas, mayoritariamente por jesuitas. Lo que pesa, hoy más que nunca sobre la orden de San Ignacio, es su afición hacia esos abismos de frontera entre el paganismo y el Evangelio. Vértigo de vanidad inocultable en muchos de ellos, sin olvidar al ocupante de la Santa Sede, 'llamáme Jorge'.
Habría que proponer un estudio de los orígenes de este derrape hacia el comunismo que ha infectado a tantos jesuitas. Algunos indicios ya se conocen. Por ejemplo...
En 1938, Pedro Arrrupe, el pupilo de Juan Negrín, (3) obtuvo al fin su muy solicitado destino a las ciudades del área de Kobe, la mayor y más floreciente concentración judía en Japón, cercana a Hiroshima y Nagasaki. Aunque no tuvo práctica clínica ni terminó sus estudios de Medicina, el P. Arrupe afrontó admirablemente la tremenda herida de las bombas atómicas. Fue pronto nombrado Superior de la Compañía para el Japón y poco después viajó por la América hispana, participando sus experiencias en el drama y, de paso, conociendo el terreno para el proyecto de acción revolucionaria. (cfr. Malachi Martin, Jesuitas; De la Cierva, Las Puertas del Infierno).
En 1974 el P. Arrupe sustituyó al P. Janssens como Padre General y con su impulso se extendió por toda la orden el modernismo; una actitud ante la fe que San Pío X condenó como el conjunto de todas las herejías. En aquellos setenta, gobernaba la Iglesia Pablo VI -Juan Bautista Montini, hermano de Lodovico y de Francesco, éste brigadista de Stalin en la guerra española- continuando, el Papa Montini, la obra de Juan XXIII, no casualmente reconocido discípulo de Ernesto Buonaiutti líder del modernismo, dos veces suspendido de docencia y finalmente excomulgado.
La magnífica renta histórica -realidades
Sobre la historia reciente de la todavía llamada Compañía de Jesús se han sumado ya tantas interpretaciones que nadie sabe cual le cuadra en realidad. Imprecisión que se manifiesta en los cambios de superiores, en la cuesta abajo cristiana, en la defensa de la inmoralidad LGTB y en el vertiginoso ascenso del materialismo dialéctico e histórico. Dura realidad que se ha magnificado en la elección del venezolano Arturo Sosa Abascal, como nuevo Superior.
De él toca leer algo de lo que de él se escribe y de lo que él dice de sí mismo.
Circula todavía una carta -en inglés- de alguien que le ha tratado de cerca. Seguidamente espigo y traduzco algunos párrafos:
Conozco al Padre Arturo Sosa Abascal desde hace mucho tiempo. (...)
En primer lugar, ha hecho del marxismo las gafas a través de las cuales lo ve todo, incluido el magisterio católico (que él llama simplemente “fe cristiana”). Al lado de muchos otros jesuitas en Venezuela, ha trabajado durante décadas para montar comunidades cristianas de base, comprometidas en construir sociedades socialistas en América Latina (...) Comunidades que viven el marxismo y el cristianismo (...) Completada esta labor, el Padre Sosa actuó para reconstruir la teología con este compromiso de las “bases” como principio y guía.
Principio y guía que se expresa en toda "Nueva Evangelización": libros, catecismo, homilias, aulas, boletines... Todo, y más, transmisor de la "enseñanza" que sigue:
La fe cristiana significa ser capaz de acercarse “al otro”, es decir “a los pobres”, “a los oprimidos”, que se convierten en el “punto de mira”.
Estos puntos de mira se diluyen en un marxismo de combate... leninista. Naturalmente, "en defensa de los pobres", nadie lo dude... ¡Por favor! ¡Si es la más eficaz vía para erradicar el critianismo! Instrumentación retórica que deja a los pobres tan pobres o más que estaban. Cúmplese así la advertencia del maestro, Vladímir Ilich Uliánov, alias Lenin: «No hay que elevar el nivel de los pobres pues se volverán a morder la mano que los alimenta.»
Si quisieran de veras trabajar por los pobres les ayudarían y les educarían, digo yo, al estilo de la antigua Compañía, a levantar la cabeza y lograr una vida digna y en muchos casos brillante. Un cristiano hundido en la pobreza lo que quiere es dejar de ser pobre y no que los ricos pierdan su riqueza. Ni mucho menos arrebatársela. Para más y mejor decirlo, no envidian las riquezas que solo se miden con dinero sino aquellas más seguras que se fundan en la felicidad de la buena conciencia. En verdad, estos últimos son los envidiados por los ricos del sólo dinero... Y por los revolucionarios del odio intrínseco. Sabemos que es más rico en su nobleza y en su educación cristiana el honrado servidor, en su casa y en su parroquia, que el vanidoso disoluto en su haciendo heredada. "Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo."
Sin embargo, erre que erre, el nuevo superior de los jesuitas enseña
Así la fe se ve mediada por otros grupos de hombres. El hombre de fe tiene un acercamiento científico (?) a la realidad y debe elegir qué enfoque científico adopta. (Importante concepto: 'científico', con el que se sugiere algo indiscutible y axiomático... con que atontar al simple.) La fe será mediada por esta opción. Por lo tanto, en este momento de la Historia (de la historia del P. Sosa, se supone), la mediación correcta es la del marxismo, porque el marxismo es el acercamiento científico liberador, ya que es la mejor manera de desenmascarar a los poderosos y guiar la lucha de los pobres.
Como teólogo liberacionista rechaza la trascendencia del Reino de Cristo, propone una salvación política, adopta el materialismo e incluso el ateísmo y acepta que el cristianismo debe liberar al pueblo políticamente, como hizo Moisés con Israel. (Muy semítico, el P. Sosa.)
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Es demoledor pensar -grábelo el lector en su memoria- que el desertor de más alto rango de la policia secreta soviética, de la década de 1970, Ion Mihai Pacepa señalaba en 2015 a ACI Prensa su punto de vista sobre la conexión entre la Unión Soviética y la Teología de la Liberación. Que su afirmación repetía la de su superior jerárquico hasta 1956, el general soviético Aleksandr Sakharovsky, jefe del servicio de inteligencia extranjero en Rumania de 1956 a 1971, que afirmaba ser la Teología de la Liberación un medio ideado en el KGB para subvertir a la población amerindia.
Referente a los trabajos del jesuita Sosa Abascal sobre el marxismo, lean su artículo "La mediación marxista de la fe cristiana". Título que es ya un cristo con un par de pistolas: Así, el tomar la filosofía más materialista y atea como viaducto de la religión cristiana.
Si estos hombres son sinceros es que están locos; si no lo están es que no son católicos.
Pero terminemos de leer la carta:
En 1989 hubo un alzamiento popular en Caracas debido al trabajo de un Ministro de Economía, de izquierdas. Se supo después que Fidel Castro estaba detrás. Las “comunidades de base” de los jesuitas trabajaron muy activamente y la radio, dirigida por jesuitas tuvo un papel subversivo activo. De este modo se convirtieron en co-responsables de la muerte de 2000 personas.
Más tarde, los jesuitas favorecieron activamente la llegada de la revolución chavista (Esto refrenda la acción en la cárcel de Yera). Hubo jesuitas que se opusieron a Chávez, es cierto. Y algunos muy fuertemente. (...) en abril de 2002. Mientras Chávez estuvo derrocado por un par de días, se oyó al Padre Sosa proclamar que las comunidades “cristianas” de base defenderían la Revolución hasta la muerte y que la “derecha (?) iba a conocer la fuerza de la Revolución".
Este hombre, que se ha esforzado toda su vida para reinterpretar el cristianismo desde un enfoque marxista, que no sólo ha hecho labor “teórica” sino directamente revolucionaria, es el que los jesuitas han elegido como su General. (...)
Y uno se pregunta, ¿es que no hay estatutos y constituciones a los que recurrir para echar de la Compañía a este barrabás y sus secuaces? Para echar de la Compañía a todos los barrabases que votan a mano alzada. Misterios de la obediencia elevada de instrumento a virtud. Y el autor de la carta finaliza contrastando los supuestos objetivos con sus reales resultados:
¿En pos de qué andan todavía estos revolucionarios? En Venezuela han destruido sistemáticamente las infraestructuras de producción, la agricultura, la industria, la administración pública, los tribunales, los hospitales, las escuelas, incluso la industria de la energía que sostiene el país; han asesinado a millares de personas, tienen al país en una desastrosa hambruna nunca antes vista en tal escala en las Américas. ¿En pos de qué andan...? Probablemente la única explicación sea: la completa destrucción del mundo de Dios en orden a construir un “Nuevo Mundo” en la Historia... Sin Dios.
Que Dios nos proteja del inframundo revolucionario.
Que Dios convierta los corazones y abra los ojos de su pueblo.
Y sobre todo que Cristo proteja a su Iglesia.-
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Comentario final:
La 'Compañía B', es decir, la arrupiana de la opción preferencial, ha canibalizado a San Ignacio. Está poblada hoy de orates que enloquecen a sus fieles, y conlleva tales compromisos que se hace urgente enfrentarla; en esencia, por la desidentidad en que se entierra.
Para muchas buenas cabezas tal transformación señala que la orden ignaciana ya no existe. De modo que hacer como si sí existiera induce a sus hijos a la desorientación de no saber dónde están realmente. O a la esquizofrenia entre lo que se ve y no se quiere ver. Porque decir que se sirve al Evangelio trabajando sobre una revolución explosiva, ateista, destructora y violenta es absolutamente perverso. Es canalla. Es de esos pecados que no se perdonan ni en esta vida ni en la otra. (Mt 12, 31; Mc 3, 28)
Que el Obispo de Roma, Francisco, antes Jorge Mario Bergoglio, se despache declarando que el comunismo y el cristianismo son muy similares, es delito cuya medida se nos escapa en las inmensas cifras de mártires, incendios, sacrilegios, checas, terceros grados, cárceles, coacciones... que han sido su fruto. Hoy parece que la inhabilitación de este papa, jesuita camarada, llegaría demasiado tarde porque la desinfección actual tal vez requiera cirugía de sangre... O el milagro de la conversión ¿Por qué no?
En todo supuesto el no aplicar las acciones debidas, llamar virtud a obedecer lo que es evidente que viene del maligno, ir de pasotas sin vergüenza con un descaro que oculta ramplonas cobardías, ensucia de aborregamiento las conciencias de los todavía fieles que, por callar, tendremos -también nosotros- muy difícil pasar el fielato en el Dia del Juicio.
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NOTAS:
(1) Documentos de logias masónicas intervenidos por la policía del Mariscal Petain describían un plan con este objetivo.
(2) Civiltà Cattolica de 1974: «XXXII Congregazione Generale della Compagnia di Gesù. La preparazione e le attese», IV volumen 1974: de p.424 a p.434 y de la p.526 a p.539. Accesible en una buena biblioteca de la Compañía.
(3) Juan Negrín presidió el gobierno de la Segunda República Española y el Frente Popular, desde 1937 hasta 1939. Fue el personaje más controvertido de la Guerra Civil Española. «La figura de Negrín fue objeto de debate enconado en su tiempo. Se comportó como un fiel servidor de la conspiración comunista pagada por la URSS.» (cfr. Wikipedia) Visitó a Arrupe previo viaje de Madrid a Bilbao -trece horas de tren- para que no abandonara la carrera de Medicina y, lo que en verdad explica tan pesado viaje, su "brillante futuro político". Los motivos de su abandono y decisión de ingresar en el noviciado de Loyola sólo ellos los sabían. Pero es muy elocuente la satisfacción del Dr. Negrín cuando se despidió con un abrazo: "Siempre me has caído muy bien." (Una explosión en la Iglesia, de Pedro Miguel Lamet).
(4) El "paraiso marxista" sigue magníficamente retratado por el papa Pío XI en su encíclica Divini Redemptoris (Se puede descargar entera de Infovaticana). O también: https://w2.vatican.va/content/pius-xi/es/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_19370319_divini-redemptoris.html) Basta leer el apartado II. "Doctrina y frutos del comunismo"