Testigos del Único (Encontrarse los tres monoteísmos)
Entre las tres tradiciones monoteístas diferentes existen lazos sutiles de parentesco que han sido frecuentemente causa de enfrentamientos y de violencia. Esta violencia desacredita a las tres religiones ante muchos de nuestros contemporáneos que prefieren el gnosticismo o el budismo a la manifestación del Único.
Ante esta realidad, nuestro encuentro tiene como meta, con modestia y audacia, descubrir y entrar en un estilo de vida que está enmarcado, tomando la fuente evangélica y el seguimiento de Jesús, en el aprendizaje: ¿Qué es lo que he aprendido sobre mí mismo y la sociedad gracias a los otros dos monoteísmos, respetando su incomparable singularidad?
Este proceso lo haremos en el estilo de los ejercicios que venimos adoptando en anteriores “itinerarios”, aprovechando el marco incomparable de la ciudad de Toledo, su patrimonio y su rica historia por la presencia de los tres monoteísmos.
Esta es una resumida presentación del Encuentro anual del Área europea del Grupo “Por un Mundo Mejor” con representantes de Bélgica, Portugal, Italia y España, que hemos vivido durante tres días en Toledo.
El tema, de absoluta actualidad, pues todos estamos afectados por los acontecimientos dolorosos que están sucediendo, y que toman como “justificación” a las religiones. En este Encuentro hemos podido reflexionar, compartir, siempre desde nuestras experiencias, nuestros sentimientos…
La pregunta que me hice antes de participar fue: ¿Qué conozco de las otras re-ligiones? Y me di cuenta que sí tenía algunas nociones de cultura general. Conozco y tengo relación con personas de otras religiones y no encuentro diferencia en el trato cotidiano. Me sentí motivada a conocer más profundamente. Y comprendí lo impor-tante que es saber del otro y valorarlo.
Y así entendí cuando llegamos a las conclusiones al final del encuentro.
Siguiendo a Jesús, descubrimos el camino a recorrer y el tipo de relaciones a desarrollar. Conviene vivir un proceso de reflexión y conversión:
1ª Etapa: Jesús aprende del otro y le ayuda a descubrir su propia condición y misión… lo cual supone purificar los prejuicios que llevan a la violencia.
Encontramos dos tipos de prejuicios:
Sustitución. La tradición cristiana, arranca de la judía pero considera que la supera y se hace plena en Jesús, ello lleva a rechazar al judaísmo por haber ya cumplido su función o bien la incluye por constituir un elemento preparatorio que ya se ha superado.
Exclusión:la otra tradición no tiene capacidad de aprender y adaptarse para vivir en una sociedad moderna…
El conocimiento que han tenido las distintas confesiones, unas de otras, ha motiva-do una visión en cada una, desde la superioridad y de ser los únicos poseedores de la verdad. Estos son motivos de aparición de la violencia.
2ª Etapa: Repensar positivamente la relación entre las tres tradiciones.
Esto no resulta fácil pues sitúa a cada una de las tradiciones en la tesitura de aprender de las otras, de manera que no se lleve al límite de la comunicación, ya que cada una tiene sus certezas y no es posible superar ese límite, pues entonces dejas de ser tú para ser el otro.
Cada una de las tres tradiciones afirma el cumplimiento de las Escrituras, así como cuál es el horizonte último de la vida y su perfeccionamiento, pero cada una lo vive y lo expresa de manera diferente.
Hay que ponerse ante ese Dios Único que nadie ha visto (Jn 1, 18) y reconocer que hay tres testigos de ese Dios.
Ninguna tradición puede renunciar a lo que tiene y siente de excelente y más exce-lente que la otra.
Es el aspecto místico lo que hay en común.
CONVIVIR DESDE EL RESPETO, APERTURA Y CONFIANZA.
3ª Etapa: ¿Por qué hay tres testigos de ese Dios Único que no se entienden?
Si miramos la historia comprendemos esta situación de desencuentro, rivalidad y violencia, esto es el pecado.
Hay que pararse para entrar en la cuestión, entrar en el misterio de la cohabitación de las tres tradiciones en el mundo actual. Se puede leer como el proyecto misterio-so de Dios, que se manifiesta en estas tres tradiciones…
La fe cristiana no es una doctrina, sino un estilo de vida, una manera de vivir.
La ciudad de Toledo nos ha servido de marco incomparable para desarrollar este tema, como lugar de convivencia de las tres culturas. Participamos en la Misa de rito Mozárabe y visitamos sinagoga, mezquita y catedral.
Y seguimos caminando “POR UN MUNDO MEJOR”
Maite y Mar