Oración especial
Esta semana quiero compartir una oración muy especial, al menos para mí.
Ya sabemos que el Espíritu sopla donde quiere y como quiere, y en esta ocasión, me parece que ha estado bien cerca cuando encontré por casualidad esta pequeña plegaria en un papel semiarrugado que a punto estuvo de ir a la papelera.
A su autor, muchos le conocemos porque sus libros traducidos al castellano estuvieron de moda en las dácadas de los setenta y ochenta del siglo pasado. Fue un cristiano muy comprometido contra el nazismo que finalmente acabó en los campos de concentración para terminar siendo ahorcado por los nazis. El médico testigo de la ejecución, escribió: "Se arrodilló a orar antes de subir los escalones del cadalso, valiente y sereno. En los cincuenta años que he trabajado como doctor nunca vi morir un hombre tan entregado a la voluntad de Dios".
Y esta oración, senciilla y profunda, me parece una estupenda oportunidad para concentrarnos en el amor inmenso que Dios nos tiene, en medio de tantos ruidos y dificultades. Así deseo que lo sientas, querido lector o lectora, cuando reces esta maravillosa expresión de confianza en la Providencia. Amén.
Reina en mí la oscuridad
Pero en ti está la luz
Estoy solo
Pero tú no me abandonas
Estoy desalentado
Pero en ti está la ayuda
Estoy intranquilo
Pero en ti está la paz
La amargura me domina
Pero en ti está la paciencia
No comprendo tus caminos
Pero tú sabes el camino para mí.
Dietrich Bonheffer,
Cristiano protestante, mártir del nazismo
Ya sabemos que el Espíritu sopla donde quiere y como quiere, y en esta ocasión, me parece que ha estado bien cerca cuando encontré por casualidad esta pequeña plegaria en un papel semiarrugado que a punto estuvo de ir a la papelera.
A su autor, muchos le conocemos porque sus libros traducidos al castellano estuvieron de moda en las dácadas de los setenta y ochenta del siglo pasado. Fue un cristiano muy comprometido contra el nazismo que finalmente acabó en los campos de concentración para terminar siendo ahorcado por los nazis. El médico testigo de la ejecución, escribió: "Se arrodilló a orar antes de subir los escalones del cadalso, valiente y sereno. En los cincuenta años que he trabajado como doctor nunca vi morir un hombre tan entregado a la voluntad de Dios".
Y esta oración, senciilla y profunda, me parece una estupenda oportunidad para concentrarnos en el amor inmenso que Dios nos tiene, en medio de tantos ruidos y dificultades. Así deseo que lo sientas, querido lector o lectora, cuando reces esta maravillosa expresión de confianza en la Providencia. Amén.
Reina en mí la oscuridad
Pero en ti está la luz
Estoy solo
Pero tú no me abandonas
Estoy desalentado
Pero en ti está la ayuda
Estoy intranquilo
Pero en ti está la paz
La amargura me domina
Pero en ti está la paciencia
No comprendo tus caminos
Pero tú sabes el camino para mí.
Dietrich Bonheffer,
Cristiano protestante, mártir del nazismo