Y nos dieron las 10 y las 11...
Nos han anunciado bajada del IRPF para 2015 y 2016, cumpliendo por fin algo de su programa electoral. Esta bajada de impuestos ha pillado por sorpresa a los sectores más beligerantes de las élites que soportan al gobierno, que andaban pidiendo despido libre total, más bajadas salariales y nuevas ayudas para el sistema financiero. Pero el gobierno, consciente de que es imposible aplicar un castigo semejante, les ha dado un caramelo para que vayan chupando mientras prepara el plato fuerte. El caramelo es una bajada de impuestos a las rentas altas de un 12%, las que sostienen económicamente al gobierno. Una renta de 300.000 euros se ahorrará 21.000 euros si no tiene otros descuentos. Con esos 21.000 euros bien puede incrementar su ahorro helvético, bien mejorar el jardín del chalet o bien poner unos extras al nuevo Audi, en fin, todo un detalle viniendo de quien tanto les ha dado estos años.
Para justificar estas dádivas nos han puesto un poquito de música y nos cuentan, hasta el amanecer lo blancos que tenemos lo ojos, lo mucho que nos brilla el cabello y tal, pero la realidad es que la supuesta bajada de impuestos apenas la va a notar la clase media, si acaso los del tramo superior de esta clase y casi nada las rentas bajas, que ven cómo les permiten disfrutar de unos euros líquidos cada mes mientras le aumentan los copagos, le reducen los servicios y les cobran hasta si son despedidos. Este baile nocturno de Montoro está funcionando, pues no parece que muchos sean conscientes de la jugada y los medios de comunicación repiten hasta la náusea la farsa de la bajada de impuestos "a todos" dicen. Mientras tanto, en una galaxia muy lejana, siguen las mentes pensantes de este latrocinio estatuido dando vueltas para ver cómo en dos años terminan con todo lo que queda de lo que algún día pudo llamarse sociedad española.
Tras la milonga de la bajada de impuestos vendrán las privatizaciones encubiertas de lo poco que va quedando en el Estado español; vendrán las modificaciones legales pertinentes y necesarias para dar más a quien más tiene y seguir robando a los pobres de forma descarada. Pero nosotros, al compás de la música, seguiremos bailando... y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1, las 2 y las 3, y desnudos al amanecer nos pilló Montoro y nos la clavó en todo lo alto otra vez.