“El que confíe en mí rezando el Rosario no será oprimido por las adversidades”. Todos los días, muchos de nuestros hermanos y hermanas deciden o se ven orillados a dejar su tierra en busca de oportunidades distintas o por sobrevivir ante situaciones de inseguridad. En su camino hacia Norte América miles de familias transitan por el territorio guatemalteco con lo poco que pueden cargar consigo. Pedimos, por intercesión de la Virgen del Rosario, pedimos a Dios acompañe y proteja a todos los que confían en que emprender un camino distinto, hacia un nuevo horizonte traerá esperanza de una vida nueva; que todos sean respetados en sus derechos y, quienes entramos en contacto con ellos sepamos ser expresión del rostro misericordioso de Dios.