Héroes anónimos

El 29 de octubre, dimos sepultura a German Herraez, misionero español, 25 años en Santa Cruz de la Sierra. Antes de darle sepultura fue impactante el testimonio de 8 jóvenes, hoy profesionales, ayer niños en situación riesgosa de la calle en Santa Cruz de la Sierra. No dudaron en llamar héroe a German Herraez. Casi sin poder hablar, llorando intensamente, aquellos jóvenes, rescatados de la calle por German, abrazados al ataúd, le decían, “tú eres nuestro padre”, íbamos por el camino de la droga, del alcohol, del sexo desenfrenado y tú nos brindaste un hogar, donde vivíamos en familia y tú eras nuestro padre de verdad.

German discípulo y formado en la escuela de Don Bosco practicó su pedagogía preventiva: Razón, religión y “amorevolezza”.

Hace 25 años se hablaba que había en Santa Cruz de 10 a 15 Mil niños en situación de calle. Actualmente según la Defensoría del Niño en toda Bolivia, hay 1.200 niños y adolescentes en situación de calle. Un estudio de Aldeas SOS, en julio de 2017 arroja la cifra de Un Millón de niños y adolescentes en riesgo de perder la familia.

En aquel entonces el sacerdote suizo, hoy jubilado en su país Jorge Toppel empezó a trabajar con los niños de la calle con mucho éxito, su obra continua. Jorge es otro héroe anónimo en nuestra querida Santa Cruz.

Se acaba de abrir un nuevo albergue para personas en situación de calle en el barrio de Urkupiña en la casa parroquial construida por el proyecto Hombres Nuevos. La regentan los religiosos de la Fraternidad “El Camino”.

German Herraez, fallecido el 28 de octubre a los 69 años, fundó el hogar “Mi Rancho”, en las proximidades de Cotoca, le conocí en 1993. Y durante varios años, compartimos complicidad con los excluidos y niños en situación de calle. Le ampliamos Mi Rancho con la colaboración de la familia de Carlos Laborde.

Era ejemplar yendo por las calles de Santa Cruz para ofrecer a esos niños, adolescentes marginados, un hogar, una familia y una posibilidad de hacerse profesionales. Durante estos 25 años, se han beneficiado cientos de jóvenes en situación de calle en Mi Rancho.

German no hizo ruido, pasó de puntillas por la vida, pero devolvió vida digna a tantos adolescentes, candidatos a delincuentes y hoy son honrados profesionales. La vida merece vivirse cuando te encuentras con héroes anónimos como German Herraez.


Nicolás Castellanos franco osa
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