Este fin de semana, solemnidad de Pentecostés, se celebra en Tortosa el XII Aplec de l’Esperit. El Aplec es un encuentro festivo para compartir, animarse y festejar juntos diversos motivos de la vida cotidiana. Catalunya es una tierra donde se celebran muchos Aplecs, de todo tipo: gastronómicos, deportivos, de sardanas… pero muchos son promovidos por la Iglesia para celebrar diferentes festividades religiosas en santuarios, ermitas, festividades patronales, de movimientos, etc.

Recuerdo los Aplecs que se celebraban en mi pueblo en mayo, ante la ermita de la Virgen o por San Pedro, en la ermita del mismo nombre. Eran días esperados, cada uno con su estilo y tradiciones, pero no faltaba la Misa i la comida campestre familiar.
Los 12 Aplecs de l’Esperit que se han celebrado hasta el momento han sido convocados por los obispos de Cataluña, que junto a sus delegados de pastoral de la juventud, reúnen a jóvenes y adolescentes en una celebración comunitaria y festiva.
Cada uno de estos Aplecs se ha celebrado en un lugar distinto y cada uno con un lema y enfoque también distinto. Por señalar los últimos, en los que he podido participar directamente: en Tarragona el año 2007 con el lema «Marcados por el Espíritu»; en Terrassa el 2010, «Con vosotros cada día», en Banyoles (Girona), «Es el Señor», i este año en Tortosa con el lema es: «Cristo es la Vida».
Este lema está inspirado en el rio Ebro que pasa por esta ciudad. De la misma manera que el agua del rio genera vida por los lugares donde pasa, creemos que Cristo tiene que vertebrar y dar vida a los jóvenes de nuestras diócesis. El mensaje que se quiere transmitir a los jóvenes es afirmar la importancia que el Espíritu Santo quiere tener en su vida de fe, con especial referencia al bautismo y a su identidad de bautizados.
Durante muchos meses se ha ido preparando este gran encuentro con los jóvenes. Se han tratado temas relacionados con el lema de que el agua es vida: sin la presencia del Espíritu la fe se puede convertir para muchos jóvenes en un conjunto de tradiciones y normas sin alma. También pretende resaltar la sed de Dios que anida en el corazón de todo joven así como la fuerza del Espíritu Santo que, como el agua, tiene fuerza para impulsar el anuncio del evangelio a los jóvenes; y al igual que los sedimentos que aporta el rio, se ha reflexionado sobre qué pueden aportar los jóvenes para transformar el mundo.
Este sábado y domingo se está llevando a término en Tortosa este XII Aplec de l’Esperit. Recemos para que el Espíritu Santo ayude a nuestros adolescentes y jóvenes a vivir su compromiso cristiano.

† Jaume Pujol Balcells
Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado