A pesar de todo
El próximo domingo 10 de diciembre tendrán lugar las elecciones a alcaldes. El proceso está viciado como lo estuvo la elección de gobernadores. Ante ello, cabe la pregunta, qué hacer. Llamar a la abstención puede ser un camino correcto si existe una alternativa. Pero, cuál es esa otra vía, que no sea la de la violencia o la del llamado a sacrificarse sin perspectivas de salir del atolladero. La dirigencia política de oposición tampoco ha dado muestras suficientes de estar a la altura de las circunstancias. Transitar por la senda democrática, no es fácil, y menos con unos poderes públicos tan poco creíbles y confiables como los que tenemos. Pero tampoco se puede facilitar de tal manera la elección que el gobierno no tenga que hacer el menor esfuerzo para obtener todas las alcaldías que quiera. No basta con participar como ciudadanos, es necesario que las organizaciones políticas se hagan presentes, pues sin testigos, ancha es Castilla, y el resultado es obvio.
Por supuesto, que seguir demostrando, ante la opinión internacional y a nivel local, que no se está jugando limpio, que no existen las condiciones mínimas de respeto a las normas existentes, que el fraude es un proceso muy bien estudiado que se realiza mediante una serie de pasos que impiden la trasparencia, la igualdad de oportunidad y la confianza necesarias.
El deber ciudadano de construir una sociedad democrática no se ejerce únicamente cuando las condiciones son favorables. Ante la adversidad hay que actuar. Votar es urgente y velar por el proceso en los pasos que faltan también.
Cardenal Baltazar Porras Cardozo