La primera "víctima" de Benedicto XVI

"Por fidelidad a la Iglesia, por sentirnos Iglesia y sentirnos en la Iglesia, nos vemos obligados, no sólo a sentir en la Iglesia sino, en algunas ocasiones, a disentir en la Iglesia, a disentir razonable y responsablemente dentro de la Iglesia". Esto decía el director de la cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas, el jesuita Juan Masiá, hace sólo unos meses. Pero no lo dejaron.

Cinco días antes de la publicación de la encíclica papal "Dios es amor", el rector de la Pontificia le comunicaba por carta que quedaba cesado de su puesto y que, al finalizar el curso, ni siquera podría dar clases en la Universidad de los jesuitas de Madrid.

Según los compañeros del "defenestrado", que salieron en su defensa a través de una carta pública, el cese se debe a "las presiones de los cardenales López Trujillo y Rouco Varela ante el rector y ante el provincial de los jesuitas".

El purpurado colombiano y el cardenal de Madrid no podían soportar que Masía defendiese pública y privadamente que "sería irresponsable no utilizar el preservativo en caso de ocntagio de Sida o para impedir un embarazo no deseado" o la utilización de métodos anticoncepticos "responsablemente".

Es decir, lo que viene haciendo ya desde hace mucho tiempo y mayoritariamente el pueblo de Dios. Pero, en este caso, se ve que para los citados purpurados, el "vox populi" no es "vox Dei". Y se quitaron de en medio de un plumazo al jesuita que defiende hoy la doctrina moral que será asumida por la Iglesia dentro de unos años, según dicen los expertos en la materia.

La pregunta es si los dos cardenales actuaron "motu proprio" o con anuencia del Vaticano. Los jesuitas están convencidos de que una decisión así no se toma sin que lo sepa el prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, monseñor Levada, y, por lo tanto, el propio Papa.

Si es así, Juan Masía sería la primera "víctima" de Benedicto XVI, mientras el mundo se deshace en loas a su encíclica, en la que canta bella y poéticamente al amor. ¿Sólo hacia afuera?
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