Más amor en el clero

Escuelapedia

            En varias ocasiones se ha publicado en esta revista la denuncia de faltas manifiestas de caridad dentro del clero. Creo que merece la pena fustigar este vicio con frecuencia se oculta con morbo detrás de una predicación que sólo habla de "compartir" "luchar contra el egoísmo" o "preocuparse de los demás".

            Sin decir nombres -sería aberrante-  cito tres casos reales que pueden hacer pensar.

            Primer caso: Se encontraba un sacerdote enfermo desde hacía ocho años. Tan sólo podía tomar el sol desde el balcón de su casa. Mi diálogo con él discurrió por estos cauces: - "Don Fulano: ¿Ya vienen sus compañeros a visitarle?" -"Ninguno desde hace muchísimo tiempo. Sólo vienes tú; y eres el que más lejos vive.  Bueno, también acude el Padre X todos los meses para confesarme. Lo que más siento es que no ha estado nunca por aquí Don Z, y se encuentra muy bien de salud, y de su pueblo al mío hay menos de diez kilómetros."

            Murió nuestro protagonista. Y Don Z se lamentó: "Iba a marchar un día a visitarle, pero se me ha ido pasando el tiempo." ¡En ocho años no tuvo una tarde libre, pobre Don Z; ¡desgraciado Don Z!

            Segundo caso: Hace varios años un sacerdote bueno se quitó la vida. Con toda seguridad había perdido la cabeza cuando llegó a tal extremo. A raíz de este luctuoso suceso comento con un tercer compañero, por lo demás hombre de gran prestigio: Qué solos nos encontramos los curas muchas veces. "He estado visitando a Y. Está desde hace una temporada hundido a causa de una serie de circunstancias en las que se halla involucrado." Respuesta: "Que no espere que le visite; me encuentro muy distante de él en la ideología. No me sale ir a verlo." Yo: "¿No te preocupa que pueda llegar a suicidarse?" El: "Eso son cosas que suceden rara vez en la vida."

            Tercer caso. Hace unos meses apostataba públicamente un sacerdote catalán. El acusó con acritud delante de las cámaras a sus compañeros del clero con estas palabras: "No se vive la fe, sino que se vive DE la fe; no se vive la caridad, sino que se vive DE la caridad."

            Por supuesto, no se puede reaccionar con la apostasía ante faltas de caridad de los compañeros. La fe y la verdad del Evangelio seguirán siendo verdad por muy malos que sean muchos clérigos. Pero "el corazón tiene sus razones que la razón no comprende." La psicología del hombre es muy compleja. Y... ¡se cruzan los cables y se puede llegar hasta el suicidio o la apostasía ante la soledad y marginación por parte de los compañeros.

            Me viene a la mente ahora aquella frase de la Biblia: "Caín, Caín, ¿qué has hecho de tu hermano Abel?... La sangre de tu hermano clama venganza."

            Que cada clérigo se examine después de esta lectura y ponga con sinceridad la mano en el pecho.

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2