Gestos y respuestas humildes del Papa Francisco

El 11 de marzo del 2013, un día antes del cónclave, escribí un artículo “profetizando”, después de escuchar la homilía a través “del túnel del tiempo”, que el Papa elegido sería humilde, valiente, ilusionado, compresivo con los equivocados, coherente en el gobierno de la Iglesia, con radicalidad en algunos gestos, pontífice de la comunión., sacerdote piadoso, y, sobre todo, hombre de Dios. Hoy día, después de mes y medio de pontificado del Papa Francisco I, me pregunto sobre lo que haya de “acierto” y de error en la “profecía mediática” El acierto es “comprensible” en muchos aspectos que de por sí son bastantes lógicos en quien es elegido Papa, pero cero en error pues todo en mayor o menor grado se encuentra en el jesuita argentino Papa Francisco primero Ahora, en este artículo, pretendo enumerar el primer rasgo “profetizado”: la humildad del Papa Francisco que se ha ganado el aprecio de todos por mostrarse humilde y valiente. Selecciono algunos titulares que el mundo pudo leer en la última quincena de marzo para dar paso a la suprema referencia de Francisco, Cristo, y al desafío de respuestas humildes para todo cristiano.

El mundo impresionado por la humildad de Francisco
La humanidad quedó impactada por la excepcional personalidad de Juan Pablo II y por el pensamiento teológico de Benedicto XVI. Pero en el poco tiempo de su pontificado, el Papa Francisco está impresionando al mundo entero por sus gestos y respuestas de humildad y valentía. Al no poder comentarlos, basten los titulares que han salido en los medios de comunicación social:
-al pedirle la aceptación como Papa, respondió: “soy un gran pecador. Confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios, en el sufrimiento, acepto”, le dijo Bergoglio a los otros 114 cardenales;
-antes de impartir su primera bendición como nuevo obispo de Roma, El Papa Francisco pidió a los fieles que rezaran por él mientras inclinaba la cabeza en silencio.
Posteriormente los gestos y respuestas se sucedieron:
-personalmente paga los gastos en la residencia donde se había alojado;
-lava y besa los piés de los jóvenes presos;
-cambia el trono de oro papal por un modesto sillón;
-elige un anillo del Pescador de plata y no de oro;
-humilde hasta en los zapatos que serán negros y no rojos.
-en Buenos Aires solía viajar en autobús y en metro como un ciudadano más, lo mismo que ha hecho en los viajes a Roma;
-el Papa recorrió la Plaza de San Pedro en un jeep blanco abierto, abandonando el Papamóvil a prueba de balas usado frecuentemente por Benedicto XVI.
-el Francisco I Papa aún se hospeda en el hotel del Vaticano donde estuvo alojado durante el cónclave y no se mudó a una suite reservada para él, afirmó un portavoz. No está claro cuándo se mudará al Palacio Apostólico;
-el sucesor de Pedro seguirá alojado en la austera casa Santa Marta;
-el nuevo Pontífice crea un consejo de cardenales para reformar la Curia;
-humilde y ‘rompeprotocolos’: Francisco actuará "con decisión" contra los abusos sexuales en la Iglesia;
-pide permiso a la Presidenta de Argentina para saludarla con un beso;
-el Papa Francisco llama a la humildad: “el triunfalismo no es cristiano”
Y algunos gestos más. Por ello, no es de extrañar que la humildad-sencillez del Papa Francisco haya provocado la aprobación y entusiasmo por el estilo del nuevo Papa. Algunos testimonios. El de un electricista, Cirigliano Valentin: “es una persona simple, humilde, no es como los Papas intocables, parece una persona normal a quien se puede acceder". Un cardenal, Leonardo Sandri: "Para mí esto es un llamado a la humildad y al servicio hacia los demás que marcarán su papado. Es una brisa de aire fresco que está soplando en toda la Iglesia y el nombre de esa brisa es Francisco. Y un historiador, (Alberto Melloni): "hemos pasado desde un profesor rígido de teología a un maestro de la simplicidad cristiana".

La humildad de Jesús, suprema referencia para el Papa Francisco I
De la vida pública de Jesús imitó la humildad el joven cristiano Jorge Mario Bergoglio, posteriormente como jesuita, obispo, cardenal y como Papa Francisco I. Y en la escuela de Jesús, todos los bautizados escuchamos e intentamos poner en práctica la virtud de la humildad como expresión del amor. Recordemos algunos de sus gestos-respuestas:
Sin tener presente la condición de Enmanuel, solamente algunos de sus gestos humildes. El que era Camino, Verdad y Vida y como persona humilde se mezcló con los pecadores para ser bautizado por Juan bautista (Lc 3,21); se postró para lavar los pies de los apóstoles (Jn 13, 1-11); corrigió a los hijos del trueno por su reacción airada contra Samaria por no querer recibirle (Lc 9,53-56); con ponderación corrige la exigencia ambiciosa de los hijos del Zebedeo y también a la reacción violenta de los demás apóstoles (Mt 20,20-28); se dejó besar por el discípulo que le traiciona entregándose pacíficamente a la cohorte (Mt 26, 49-54); rechazó la conducta de Pedro que reaccionó con violencia; respondió con dominio al que le da una bofetada (Jn 18,23). Y soportó con mucha paciencia los ultrajes recibidos duante su pasión y muerte.
Con toda autoridad el Maestro Jesús enseñó criterios sobre la humildad: pudo decir aprended de mí que soy manso (paciente) y humilde de corazón (Mt 11,29); no vino a ser servido, sino a servir (Mt 20, 28); todo el que se ensalce será humillado y el que se humilla, será ensalzado” (Mt 23,12); el que sea mayor entre vosotros hágase como el menor, y el que manda como el que sirve (Lc 22,26. En la oración justifica la humildad del publicano y condena la soberbia del fariseo. (Lc 11,4). Muy creíble es Jesús cuando enseñó que son bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra (Mt 5,6); y bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5,7


Nuestras respuestas de humildad
Ante la suprema referencia de Jesús y los gestos humildes de Francisco I, todos estamos invitados a luchar contra la soberbia cultivando las manifestaciones de humildad, definida por Santa Teresa como “andar en verdad”.
1º La humildad: todo lo contrario a la persona soberbia que afirma “mis valores y méritos son los superiores
Son legítimas las aspiraciones para superarse, triunfar y conservar los derechos personales. Pero el soberbio las supervalora. Su persona exagera la estima legítima del propio valer, poseer y poseer. Está dominado por el impulso de la propia excelencia, por el juicio desorbitado sobre su dignidad; tiende a compararse con los demás haciendo notar su superioridad como el fariseo a quien Jesús condena (Lc 18,10-14; Mt 2, 12). La actitud orgullosa se caracteriza por su afán desmedido de ser preferido y tenido en cuenta, por su hipersensibilidad hacia el propio honor y fama. La persona orgullosa o soberbia gusta de rodearse de personas dóciles que le alaben. (cf. Lc 14, 7-11). Dentro del orgullo-soberbia entra el individuo arrogante que desprecia internamente a los demás; es rebelde contrario a todo lo que se oponga a su pensar y sentir; idólatra de su yo que no admite a nadie superior a sí mismo a quien tenga que rendir tributo. Es el individuo incapaz de escuchar alguna crítica sobre su persona, vanidosa, dominada por el afán de manifestar lo que tiene y hace: la que exagera sus cualidades con palabras y gestos, cuida mucho su figura en el vestir y airear sus valores pero es incapaz de reconocer sus propios defectos.
Mucha soberbia existe en la persona resentida, vengativa, rencorosa, agresiva…la que almacena odio en su memoria, la que guarda la ocasión para el desquite; la que responde con frialdad al que no tuvo una atención o se olvidó……La que “siempre” recuerda las faltas pasadas de los que la ofendieron…La que imita tantas respuestas no-humildes de los Apóstoles.
2º La humildad como verdad se manifiesta en:
-la persona que no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo.
-el humilde reconoce sus limitaciones y debilidades actuando de modo coherente.
-reza como el publicano, prototipo de una oración humilde.
-interioriza y procura practicar los criterios de Jesús, tales como “todo el que se ensalce será humillado y el que se humilla, será ensalzado” (Mt 23,12);
- evita o por lo menos supera pronto la impaciencia y la falta de dominio.
--abraza-acepta la verdad “molesta”de las correcciones, hasta las agradece.
-modera las aspiraciones legítimas como las del éxito, honor, mando, pero sin ensalzarse ni rebajarse al juzgar su persona y obras, sus posesiones y sus valores.
-se esfuerza en comprender a los que piensan y actúan de manera diferente; intenta ponerse “en los zapatos” del prójimo, empatizar con su situación y sentimientos.
-reprime la intolerancia y la agresividad. La intolerancia mental unida a la agresividad temperamental son una de las principales causas de los conflictos conyugales, familiares, sociales, mundiales…
-reconoce las faltas y errores propios con prontitud en disculparse y en pedir disculpas al notar que el prójimo se sintió ofendido. Y no insiste en justificarse como si el otro fuera "el malo" y yo "el bueno" de la película.
-la tolerancia radica en la comprensión como la actitud de quien acepta que su opinión es una más que necesita armonizarse con las demás. La persona tolerante
procura ampliar sus opiniones con la de otros y tiene la humildad de analizar lo positivo que hay en otras visiones o en otras conductas.

Examen de conciencia sobre la humildad
¿Me doy cuenta y tengo siempre presente que nada soy y nada puedo sin Dios?
¿Consiento pensamientos de engreimiento, vanidad y auto-suficiencia, tales como: “qué bueno(a) soy”, “qué bien hice esto”, “qué capaz soy”, etc., sin darme cuenta que todo es obra de Dios en mí?
¿Busco de los demás aprobación y reconocimiento?
¿Me doy yo mismo-a aprobación y reconocimiento … o cualidades y logros los refiero siempre a Dios?
¿Hablo siempre de mí y de mis cosas?
¿Me gusta llevar la voz cantante?
¿Me molesto ante críticas, ataques y humillaciones?
¿Acepto y reconozco mis faltas cuando soy corregido-a o creo yo tener la razón?
Cuando sirvo, ¿me proyecto yo mismo o soy portador de Dios?
Cuando hablo ¿me dejo inspirar por Dios o es mi propio yo la fuente de inspiración?
¿Trato de llamar la atención con mi supuesta “sabiduría”?
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