La Iglesia católica en crisis y sin la comunión de sus fieles
Entre las confesiones cristianas, destaca la Iglesia católica con una estructura, un mensaje, una normativa, unos medios salvíficos y un culto religioso que la diferencian de las otras confesiones.
En esta Iglesia, el católico que es practicante y vive en comunión eclesial, no puede evitar fuertes impresiones producidas por la crisis, entendida como una serie de situaciones conflictivas, contrarias a la Buena nueva del Reino de Dios predicado por Jesucristo
Ahora bien, la situación de la Iglesia actual comparada con la de épocas anteriores, a excepción de los primeros siglos, no es inferior, ni mucho menos a la de otras épocas. Hasta se podía afirmar que es superior. Cierto que siempre existieron crisis y de todo orden. Y hoy no faltan. Hoy existen situaciones conflictivas que manifiestan crisis dolorosas para todos los que amamos a la Iglesia. En síntesis exponemos la situación global de crisis con algunas manifestaciones más concretas.
Situación global de la crisis eclesial
En plan de síntesis y desde una perspectiva global, aparecen como manifestaciones preocupantes:
-en los fieles: una gran mayoría de bautizados como adultos se alejan de la Iglesia;
-en el mensaje: criticado porqueresulta anticuado y poco aceptable para nuestro tiempo;.
-en la práctica religiosa: es rechazada por un gran porcentaje de jóvenes.
-en cuanto a su crecimiento demográfico y mirando a la misma supervivencia: es palpable la crisis por la escasez de miembros que sean practicantes. Los que se acercan con alguna frecuencia a los cultos de la Iglesia: no llegan al 20% de los bautizados.
-en la permanencia: crece el porcentaje de católicos que dejan la fe por el ateísmo, o bien se pasan a sectas;
-en la fidelidad: está el grupo de los que rechazan el magisterio, o bien cuestionan las estructuras eclesiales, o bien cuestionan la normativa para la vida moral.
Algunas manifestaciones más concretas de la crisis
Si de la apreciación global descendemos a hechos concretos, presentamos algunos como más significativos:
-cuatro cardenales publican una carta dirigida al Papa Francisco: le amenazan con una corrección formal por error grave si no aclara unos criterios sobre el tema de los divorciados;
-son muchos los delitos sexuales cometidos por sacerdotes (y algún que otro obispo) contra menores de edad. Benedicto XVI pidió perdón por estos pecados. Y varias diócesis han tenido que indemnizar a las víctimas con millones de euros.
-la escasez de vocaciones en Europa, la edad avanzada de los sacerdotes y el número de los que abandonaron el ministerio sacerdotal, especialmente después del Vaticano II como sucedió con los miles de jesuitas que dejaron la Compañía de Jesús.
Y me resulta muy duro definir al español como: persona que “normalmente” ha sido bautizada en la Iglesia católica (un 70 por ciento). Y como adulto, “normalmente”, vive alejado de la Iglesia católica: de su culto religioso (un 80 por ciento de los bautizados), y otro porcentaje no concretado que vive al margen de la moral cristiana y del compromiso apostólico.
-Ante tal panorama de la crisis global y de las manifestaciones más concretas, surge la pregunta. ¿cómo será el cristianismo en España dentro de 50 años?
En esta Iglesia, el católico que es practicante y vive en comunión eclesial, no puede evitar fuertes impresiones producidas por la crisis, entendida como una serie de situaciones conflictivas, contrarias a la Buena nueva del Reino de Dios predicado por Jesucristo
Ahora bien, la situación de la Iglesia actual comparada con la de épocas anteriores, a excepción de los primeros siglos, no es inferior, ni mucho menos a la de otras épocas. Hasta se podía afirmar que es superior. Cierto que siempre existieron crisis y de todo orden. Y hoy no faltan. Hoy existen situaciones conflictivas que manifiestan crisis dolorosas para todos los que amamos a la Iglesia. En síntesis exponemos la situación global de crisis con algunas manifestaciones más concretas.
Situación global de la crisis eclesial
En plan de síntesis y desde una perspectiva global, aparecen como manifestaciones preocupantes:
-en los fieles: una gran mayoría de bautizados como adultos se alejan de la Iglesia;
-en el mensaje: criticado porqueresulta anticuado y poco aceptable para nuestro tiempo;.
-en la práctica religiosa: es rechazada por un gran porcentaje de jóvenes.
-en cuanto a su crecimiento demográfico y mirando a la misma supervivencia: es palpable la crisis por la escasez de miembros que sean practicantes. Los que se acercan con alguna frecuencia a los cultos de la Iglesia: no llegan al 20% de los bautizados.
-en la permanencia: crece el porcentaje de católicos que dejan la fe por el ateísmo, o bien se pasan a sectas;
-en la fidelidad: está el grupo de los que rechazan el magisterio, o bien cuestionan las estructuras eclesiales, o bien cuestionan la normativa para la vida moral.
Algunas manifestaciones más concretas de la crisis
Si de la apreciación global descendemos a hechos concretos, presentamos algunos como más significativos:
-cuatro cardenales publican una carta dirigida al Papa Francisco: le amenazan con una corrección formal por error grave si no aclara unos criterios sobre el tema de los divorciados;
-son muchos los delitos sexuales cometidos por sacerdotes (y algún que otro obispo) contra menores de edad. Benedicto XVI pidió perdón por estos pecados. Y varias diócesis han tenido que indemnizar a las víctimas con millones de euros.
-la escasez de vocaciones en Europa, la edad avanzada de los sacerdotes y el número de los que abandonaron el ministerio sacerdotal, especialmente después del Vaticano II como sucedió con los miles de jesuitas que dejaron la Compañía de Jesús.
Y me resulta muy duro definir al español como: persona que “normalmente” ha sido bautizada en la Iglesia católica (un 70 por ciento). Y como adulto, “normalmente”, vive alejado de la Iglesia católica: de su culto religioso (un 80 por ciento de los bautizados), y otro porcentaje no concretado que vive al margen de la moral cristiana y del compromiso apostólico.
-Ante tal panorama de la crisis global y de las manifestaciones más concretas, surge la pregunta. ¿cómo será el cristianismo en España dentro de 50 años?