¿Tiene la Iglesia razones especiales para rechazar el aborto?-1-

Muchos opinan que el rechazo del aborto es cuestión religiosa, una obsesión más de la Iglesia católica. Pero, como expuse en el artículo anterior, son suficientes las razones éticas con el respaldo científico, para condenar el aborto por las muchas inmoralidades que encierra. Ahora bien, el cristiano, además de la plataforma antropológica, cuenta con el fundamento bíblico que presenta a Dios como el creador y Señor de todo, y a la vida humana como sagrada e inviolable. Al cristiano, también le respalda la doctrina eclesial que a lo largo de la historia, y en los últimos años mucho más, ha mantenido el rechazo al aborto con toda firmeza. Y como se trata de una ofensa muy grave, la misma Iglesia añadió a la condena doctrinal, especiales sanciones para los católicos que cometen tal “crimen abominable” (GS 51).

El mensaje de la Palabra de Dios.
La Sagrada Escritura no menciona ni condena de manera directa y específica al aborto, pero presenta de tal modo al ser humano en el seno materno, que, la muerte del mismo está dentro de la prohibición "no matarás". Afirma Juan Pablo II: "El hombre desde el seno materno pertenece a Dios que lo escruta y conoce todo, que lo forma y lo plasma con sus manos...El hombre es término personalísimo de la amorosa y paterna providencia divina" (EV 61).
Acerca del aborto rige todo el mensaje bíblico sobre el respeto por la vida, el amor fraterno y la condena de todo homicidio, con la motivación teocéntrica correspondiente (Ex 20,13; Gn 1,26-28; 2,7; Sab 15,11; Gn 4,10; 9,5). Al mensaje del Antiguo Testamento hay que añadir el espíritu del Sermón de la Montaña con el “no matarás” (Mt 5, 21). También añade el rechazo absoluto de la ira, del odio y de la venganza. Más aún, Cristo exige a sus discípulos presentar la otra mejilla (cf. Mt 5, 22-39), amar a los enemigos (cf. Mt 5, 44). Él mismo no se defendió y dijo a Pedro que guardase la espada en la vaina (cf Mt 26, 52) (CIC 2262)
Dios es el único Señor de la vida humana
"La vida del hombre proviene de Dios, es su don, su imagen e impronta, participación de su soplo vital. Por tanto, Dios es el único señor de esta vida: el hombre no puede disponer de ella" (EV 39). “Porque a imagen de Dios hizo al hombre'(Gn 9,6). "La vida y la muerte del hombre están, pues, en las manos de Dios, en su poder (Job 12,10): "el Señor da muerte y vida..."(1 S 2,6). Sólo El puede decir: "Yo doy la muerte y doy la vida" (Dt 32,39) (EV 39).

Con el respaldo ético y con el fundamento de la Palabra de Dios, el magisterio de la Iglesia ha insistido en la vida como sagrada, inviolable y digna de amor. Una doctrina que siempre defendió y de manera especial en la encíclica de Juan Pablo II, la Evangelium vital. Tema para el próximo artículo.
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