¿Qué camino elegir para conseguir la plena felicidad?

Preguntas inevitables para toda persona: ¿conseguiré la felicidad? ¿llegaré a la plena felicidad? ¿cómo vencer obstáculos y superar las tensiones? ¿qué camino elegir para llegar a la meta suprema, a la plenitu de una vida feliz? ¿con que compañía y cuáles serán los medios proporcionados?
Contestamos con un cuento: representamos la plena felicidad como la llegada a la cumbre del Everest. Seis son las expediciones dispuestas para la escalada. Cada uno tiene un guía y unas metas especiales: el humanista, la realización personal (Mounier), el espiritual sin Dios (un monje budista), la religiosidad liberadora (Gandhi), el cristiano radical, el vivir según Cristo (Francisco de Asís), la entrega al prójimo en una Iglesia creíble (Teresa de Calcuta), o el místico, la unión con Dios el Absoluto (Juan de la cruz y Teresa de Jesús). Al lector le toca elegir.

Seis mentalidades y seis cimas a escalar
En el Everest del cuento, apuntamos a seis cimas que corresponden a seis maneras de conseguir la plenitud que puede ser humana, espiritual sin Dios, religiosa y liberadora, cristiana en general, católica en particular y mística-contemplativa para todos.
1ª La mentalidad humana
Tiene como objetivo la madurez-plenitud de la persona en sus valores y virtudes humanas según las disciplinas psicopedagógicas con los recursos y terapias propias.
2ª Espiritualidad sin Dios. Sabiduría y ascesis
La doctrina budista ofrece la imagen de la persona que atraviesa un puente con dos pilares, el de la sabiduría y el ascético, para llegar a la otra orilla y encontrarse con la meta deseada, el Nirvana.
3ª La mentalidad religiosa y liberadora
Que aspira a la felicidad plena según la religión a la que pertenece el creyente. Cuenta con los preceptos, medios y ayudas para conseguir una vida totalmente ajustada a sus compromisos y ritos. Una manifestación: la liberación del prójimo necesitado.
4ª La mentalidad cristiana
Es la que propone dos objetivos complementarios: vivir y colaborar en el mensaje de la Buena nueva. Es decir, instaurar con Cristo el reino de Dios ajustando la conducta a las enseñanzas y testimonio del Maestro. El Nuevo Testamento ofrece criterios y medios para conseguir el ideal cristiano, meta o cima a escalar.
5ª La mentalidad católica
Ofrece su manera de vivir el mensaje cristiano de la caridad de modo que influya para que la comunidad como tal sea creíble. Y testimonia una entrega total al más pobre entre los pobres con la comunión eclesial y las prácticas según la historia de la iglesia con su culto, moral, sacramentos y devociones.
6ª La contemplativa-mística
Común para todo creyente que opta por una vida apartada de las tareas temporales para consagrarse plenamente a Dios en el culto y en las prácticas ascéticas.

Los guías elegidos
Mounier, el budismo, Gandhi, san Francisco de Asís, la beata Teresa de Calcuta y los doctores carmelitas, san Juan y santa Teresa.
Cada uno de los enumerados está al frente de las respectivas expediciones capaces de alcanzar la cima del Everest.

Enmmanuel Mounier
Elegido para la meta-cima humana. Su personalismo humanizador pone el énfasis en la persona. Para Mounier, la vida es como una aventura creadora, que exige fidelidad a la propia persona. También afirma que la persona no crece más que purificando lo que hay en ella de lo poco humano. La persona llega a reivindicarse como ser concreto y por ello relacional y comunicativo, es decir, comunitario.
El budista
Siguiendo la doctrina de Buda, cada seguidor acepta el camino de liberación que personaliza y ayuda a liberarse de ilusiones y pasiones mediante una ética de la fraternidad y con el freno que pone al materialismo
Mahatma Gandhi
El político, filósofo y místico, Gandhi, guía según los criterios de una religiosidad liberadora. Él afrontó la violencia de la discriminación de los hindúes en Sudáfrica, la injusticia de la dominación británica y las luchas entre hindúes e islámicos. Sus raíces religiosas estaban arraigadas en el antiguo hinduismo, pero creció y se desarrolló a la luz del contacto con otras religiones, especialmente el cristianismo. El camino para la meta liberadora era la no-violencia. “La verdad es el objetivo, el amor el medio para llegar a ella”.
San Francisco de Asís, para la plenitud cristiana: vivir como Jesús.
El pobre de Nazaret, testimonió con radicalidad el mensaje sobre el amor, la pobreza y la experiencia de Dios en la creación. Contemplamos en san Francisco de Asís su grandeza y rebeldía, la identificación con el Crucificado, la coherencia y radicalidad de su obrar “como Jesús” y el amor a Dios-Amor, presente en toda criatura.
La beata Teresa de Calcuta para una Iglesia creíble.
La “Santa de las Cloacas” recibió el título de madre de los pobres. Asombró al mundo con su entrega al servicio de los pobres entre los más pobres. En los tiempos de la teología de la liberación, dio una respuesta convincente a la situación de la miseria extrema. Como religiosa, en su primera y segunda vocación conservó la comunión con la Iglesia católica. Juan Pablo II la definió como la mujer enamorada de Dios, humilde mensajera del Evangelio e infatigable bienhechora de la humanidad.
San Juan y santa Teresa, guías para llegar a Dios, el Absoluto.
Los dos son carmelitas, santos, y doctores de la Iglesia, con repercusión mundial gracias a sus escritos. Y cada uno con su peculiaridad, masculina o femenina. Él, teólogo, poeta y místico. Ella, doctora que enseña lo que vive. Uno y otra presentan a los integrantes de su grupo el camino, (Vida de santa Teresa), los fundamentos y las motivaciones (Llama de amor viva), las duras exigencias (Noche oscura) y el proceso amoroso de la subida hasta llegar a la cima-meta, hasta el encuentro con el Absoluto, el Amado (Cántico espiritual y Las Moradas).

¿Cuál de los caminos es el mejor?
En el cuento de la expedición al Everest cada persona elige al guía y mentalidad que más confianza le despiertan. Pero en plan teórico sí que podemos elegir. Y como cada uno tiene sus valores, la elección tiene que ser complexiva. Es decir, habrá que elegir lo mejor de cada uno.
Como plataforma humana, los criterios del personalista cristiano Mounier. También para la primera dimensión nos ayudan muchos los criterios que el budismo propone para conseguir el Nirvana.
En el camino ideal siempre debe estar presente el prójimo necesitado, la necesidad de su liberación. De aquí la simpatía por los valores de Gandhi con su religiosidad liberadora.
El seguidor de Cristo, el cristiano, aprecia los valores humanos, ascéticos y religiosos de los tres guías presentados, Mounier, el budista y Gandhi. Sin embargo por fidelidad a la Buena Nueva tendrá que aceptar el mensaje-camino testimonio de Francisco de Asís, la caridad heroica de Teresa de Calcuta y la proyección mística a Dios como Absoluto y suprema felicidad tal y como describen y testimonian san Juan y santa Teresa.

Los próximos artículos expondrán con más detalle el camino de cada uno de los guías
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