La union con Dios,fuente y raiz de la míatica

LA UNIÓN CON DIOS, FUENTE Y RAÍZ DE LA MÍSTICA-


Entre los varios elementos que integran la mística destaca uno que podemos llamar la fuente porque de él surgen los demás aspectos y sin él no existen mística alguna, por lo menos la cristiana. También es la raíz porque sostiene a todo el árbol de la mística. Este aspecto, fuente y raíz, es la unión del yo humano con el Tú divino, Dios. Es Dios quien llama y el hombre responde-abre; la luz eléctrica que está pero necesita la llave que conecte, el amigo llama y el otro que toma el teléfono.
Son varios los autores que concretan lo esencial de la mística en la palabra unión. Así lo comprobamos en Mons Waffelaert: “la mística es una vida de unión íntima, constante y consciente con Dios”. Y Kleutgen explica: “consiste la mística en una misteriosa unión con Dios…el alma (es) elevada ….a una contemplación más alta de Dios y de las cosas divinas”. Pero Butler concreta: consiste la mistica en la “unión del alma con el Absoluto en cuanto es posible en esta vida. La Unión con Dios no (es) meramente psicológica, sino ontológica, espíritu con Espiritu.
Presentamos una síntesis del fundamento antropológico y bíblico de la unión como manifestación del amor de la que dimanan como fuente las otras manifestaciones, y como raíz que sostiene y da sentido a los rasgos que caracterizan a la persona mística. Se trata del amor-unión en el hombre, en Dios y en Jesucristo hacia Dios-Padre, el abbá.
El amor a-de Dios puede vivirse como precepto para todo fiel cristiano, -“amarás al Señor tu Dios...”-, como una relación amistosa, -“ya no os llamo siervos sino amigos”- o bien como la opción fundamental de cristianos radicalizados, entusiastas y coherentes con la unión con el Tú absoluto,-”mi Dios y mi todo”.
Para comprender en qué consista la unión con Dios, partimos de la aspiración universal de los grupos sociales y de las naciones que buscan, más que por amor, por intereses comunes, la unión en el nivel político, cultural, etc .
Pero para la unión con Dios nos fijamos como primer fundamento en el amor humano interpersonal y en el familiar donde se aprecia cómo la unión, el estar juntos, es el fruto o manifestación más importante del mutuo amor. En esta reflexión se palpa que el yo que ama (los padres, por ejemplo) y el tú amado como son los hijos.
Con esta base antropológica analizamos el amor-uniónde Dios hacia los hombres y el amor del Hijo Jesucristo con su Padre Dios, que sirve de modelo para cada creyente en su unión con Dios, su Creador, Señor y Padre.
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1-El amor humano como fundamento.
En las personas que no tienen amor no se explica la unión….La unión es una manifestación de los que aman: quieren estas juntos, compartir experiencias. Los que no se aman procuran vvivir alejados, indiferentes o con odio. Dos personas están unidas cuando se aman, y de tal manera, que cor unum et anima una; cuando sus vidas son como los vasos comunicantes en el plano afectivo, volitivo y en sus intereses. El prototipo de esta unión es la de los esposos, la unión conyugal. Pero mucho más es la unión-amor existente entre padres e hijos. En algunos casos, la unión que puede existir entre dos personas amigas. En otro sentido se da la unión entre un ciudadano y su Patria, entre los cristianos y Jesucristo. En toda unión existe un vinculo que la justifica. Así sucede con la paternidad, la filiación, el compromiso con la Patria o con la Iglesia. Siempre el amor es el protagonista y de tal manera que según sea el grado de amor así será la unión.
¿Qué rasgos caracterizan estas uniones humanas? Los mismos que están presentes en el amor. Cuatro rasgos son fundamentales. Y otros tantos son como consecuencia o aplicación de los anteriores:
1-Total sintonía entre el yo y el tú, para lo bueno y lo malo. Como los vasos comunicantes. Madre e hijo
2-Identificación en los sentimientos e intereses en el yo y en el tú. Los enamorados
3-Gozo por trabajar y sacrificarse por el tú amado. Los padres por sus hijos
4-Gran deseo de comunicarse y de estar junto con quienes ama. Los padres con sus hijos
Otros rasgos que se desprenden de los anteriores
a-Sufrir por la ausencia o por algún mal que sufra el otro
b-Pensar frecuente y obsesivamente en la persona amada
c-Dar y darse sin límites para que sea feliz el amado
d-Verse, gratuitamente, como medio-instrumento para su realización personal
e-Que el Tú triunfe, sea feliz y alabado, aunque el yo desaparezca,,
f-Yo muero para que tú vivas
g-La gran felicidad del Yo: vivir siempre o eternamente con el Tú amado


2-El amor de Dios a los hombres

Con el fundamento sobre el amor-unión humano se comprende mejor la unión con Dios que admite dos elementos: el amor “apasionado” de Dios a todos los hombres y el amor profundo que se pide al creyente.
El amor de Dios se manifiesta, está patente, en la Creación y mucho más en la Encarnación, llegando al extremo del amor a lo largo del Misterio Pascual (muere para que vivamos) y en el misterio de la Inhabitación: la S. Trinidad se hace presente como huésped (Jn14,23). Amor mutuo, entre Dios y el hombre lo encontramos en la respuesta de seguimiento a Jesucristo para colaborar en el Reino de Dios. Y en la vivencia de los sacramentos.
Desborda nuestro objetivo desarrollar el amor de Dios a lo largo de la Historia de la salvación. Baste con enumerar algunos textos bíblicos:
Jn 1,1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. |v14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad (Jn 1.1.14).
Jn 3,16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Mt 7,11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!
Mt 23,37 « ¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!
Lc 6,35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos. 6,36 « Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo.
Jn 10,14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, |v15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. |v17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.
Jn 14,23 Jesús le respondió: « Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
Rom 5,8 mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. |v10 Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!
Rom 8,39 ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.

3-El amor del hombre a Dios
¿Cómo será el amor-unión del cristiano con Dios su Padre y Señor? Viviendo el precepto del Antiguo Testamento (“amarás el Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tu entrañas” Dt 6,4-5; ) tal y como Jesús lo enriquece y testimonia como la ley suprema del amor (Mt 22,27-40 , Lc 10,27). Aplicamos al amor a Dios las manifestaciones de todo amor pero como expresión de la caridad teologal y con la novedad de Dios como Padre y el hombre como hijo. Vivir en amistad con Dios Todo desde la caridad que según santo Tomás la gracia es una especial amistad entre el hombre y Dios (II II, 23)
El fundamento teológico.
El sí de la amistad del hombre con Dios radica en este principio: todo cristiano que posee la caridad, vive en amistad con Dios. Siguiendo a Santo Tomas, la teología define la caridad como una «especial amistad del hombre con Dios» (S. Th. II-II, 23,1; cf. Jn 15,14-15). La amistad para Santo Tomás es el «amor de benevolencia fundado sobre alguna comunicación» (S. Th. 1-2, q.65 a.5; 2-2, q.23). Por lo tanto, la respuesta estará impregnada de un amor desinteresado y que goce de la mayor comunicación con las personas amadas.

Reflexiones sobre el amor-unión con Dios
La vida cristiana en su esencia y desarrollo hasta las cumbres más altas de la santidad, puede presentarse como una vida de unión con Dios o con Cristo Proceso análogo al de la santidad, perfección cristiana.
A la acción de Dios corresponde la respuesta humana, con un esfuerzo progresivo. El camino de la santidad va de la unión bautismal a la máxima perfección.
Cada virtud teologal tiene su papel propio que permite al hombre unirse con Dios. Punto culminante es la eucaristía que nos une a Cristo y a su misterio de modo íntimo.
Se da la unión con Dios en la oración y especialmente cumpliendo su voluntad, con el esfuerzo humano, la observancia de los mandamientos. Y siempre viviendo las exigencias de la fe, esperanza y caridad-amor.
3 Los místicos insisten en la unión con Dios, con su voluntad, con el deseo de realizar siempre las cosas más perfectas. Se llega a la unión con Dios en tanto en cuanto en lo profundo del alma, en los centros vitales del entender, querer y obrar el creyente se hace semejante a Dios. La cumbre se realiza en el matrimonio espiritual (Mor 7,2): el alma queda hecha una cosa con Dios como si dos velas de cera se juntasen tan en extremo que toda la luz fuese una, o como si el agua q cae del cielo como si dos ventanas se hace una luz.
El capítulo siguiente tratará de la unión con Dios en san Juan de la Cruz y en santa Teresa de Jesús
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