Ayuda a la Iglesia Necesitada ha apoyado a 15.000 ucranianos con 300 proyectos Shevchuck, líder de la Iglesia greco-católica ucraniana: "El 80% de la población necesita ayuda"
Desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha ayudado directamente a más de 15.000 ucranianos, a través de 292 proyectos
La ayuda total a Ucrania, en este año de guerra, asciende a más de 9,5 millones de euros, distribuidos por todas las diócesis del país, tanto las de rito latino como las greco-católicas
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El prelado también ha destacado recientemente a ACN, “De la Iglesia la gente espera comida y ropa, pero también una palabra de esperanza. La atención pastoral al pueblo es nuestra misión número uno: sobre todo, curar las heridas de las personas. Casi el 80% de la población necesita ayuda para superar sus traumas psicológicos, físicos y demás. Nuestra tarea como Iglesia es ayudar a curar las herida".
Son las palabras de Sviatoslav Shevchuck, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, en declaraciones a Ayuda a al Iglesia Necesitada (AIN), la fundación pontificia que, desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania, hace ahora un año, ha ayudado directamente a más de 15.000 ucranianos, a través de 292 proyectos.
La ayuda total de ACN a Ucrania, en este año de guerra, asciende a más de 9,5 millones de euros, distribuidos por todas las diócesis del país, tanto las de rito latino como las greco-católicas. Una gran porción de la ayuda de emergencia se ha centrado en ayuda existencial, beneficiando a 7.500 personas, incluyendo sacerdotes, religiosas y religiosos, así como a trabajadores laicos de las diócesis, hombres y mujeres que han permanecido en sus lugares de trabajo, a veces en situaciones muy peligrosas, manteniendo en marcha la vida y las actividades de la Iglesia, y atendiendo las necesidades espirituales y materiales de la población local, como señalan en un comunicado
Gastos de 738 seminaristas
ACN también ha asumido los gastos adicionales en las necesidades básicas de alimentos, atención sanitaria o energía para seminarios, parroquias y conventos que han abierto sus puertas a personas desplazadas que huían de la guerra. De esta manera, la fundación ha ayudado a 738 seminaristas, así como a la financiación de 231 reformas de cocinas y hornos portátiles, menaje doméstico y obras de adaptación para la atención de las familias desplazadas en parroquias, conventos, seminarios y otras instituciones eclesiales.
Durante los primeros meses de la invasión rusa, una gran oleada de desplazados internos se dirigió al oeste de Ucrania. ACN también ha estado allí para esas personas y ha proporcionado ayuda humanitaria a 2.300 desplazados, a través de las diócesis y congregaciones religiosas.
Alivio social y espiritual para jóvenes y adultos
Los niños y jóvenes están entre los más afectados por la guerra. Durante este año, la Iglesia ucraniana ha puesto especial atención a sus necesidades, proporcionándoles momentos de formación y ocio, esenciales para un desarrollo saludable. ACN ha contribuido a este esfuerzo financiando actividades pastorales y campamentos de verano para 1.712 jóvenes en áreas seguras, lejos de las zonas de combate.
Durante la persistente crisis energética derivada de la guerra, la llegada del invierno ha traído consigo la necesidad de calefacción. ACN ha logrado proveer 205 generadores de energía y 78 sistemas de asilamiento o calefacción a diferentes comunidades religiosas, permitiéndoles así permanecer en sus domicilios. A estos esfuerzos hay que añadir 31 proyectos de construcción o renovación para mejorar, reparar o ampliar edificios.
Además de todos estos proyectos, la fundación pontificia ha colaborado en la adquisición de 80 automóviles y furgonetas que fueron donados a diócesis, parroquias, seminarios y órdenes religiosas, entre otros, para prestar atención pastoral y distribuir suministros.
Una parte muy importante de la ayuda de ACN se llevó a cabo a través de estipendios de misa, que ayudan a sostener a los sacerdotes en su trabajo diario. Estas misas son celebradas por las intenciones de los benefactores y, por supuesto, por el cese de hostilidades. Al menos 6.549 sacerdotes recibieron estos estipendios y ayudó en la compra de 130 equipos litúrgicos para que los sacerdotes pudieran celebrar la santa misa en diferentes situaciones y entornos, a veces durante los desplazamientos o en zonas de conflicto.
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