Es la responsable de los equipos de voluntarios de Cáritas en Cataluña Imma Cullell: "El voluntariado vinculado a la Iglesia se fundamenta en valores profundamente arraigados a la fe"

Con motivo del Jubileo del mundo del voluntariado que se celebra este fin de semana en Roma, una de las personas que no se perderá ningún detalle de lo que pasará, a pesar de hacerlo desde Cataluña, será Imma Cullell, coordinadora del equipo de responsables de los equipos de voluntariado de Cáritas en toda Cataluña
La también miembro del consejo directivo de la Federación Catalana de Voluntariado Social asegura que el papa Francisco “hace un llamamiento a la práctica de lo que significa ser cristiano, un cristiano que actúa, que sirve”
| Xavier Pete
(Flama).- Con motivo del Jubileo del mundo del voluntariado que se celebra este fin de semana en Roma, el quinto de los 37 grandes actos previstos en el calendario jubilar, una de las personas que no se perderá ningún detalle de lo que pasará, a pesar de hacerlo desde Cataluña, será Imma Cullell, responsable de voluntariado de Cáritas Diocesana de Girona y coordinadora del equipo de responsables de los equipos de voluntariado de Cáritas en toda Cataluña.
En esta entrevista, en que radiografía el comportamiento y el talante del voluntario cristiano, la también miembro del consejo directivo de la Federación Catalana de Voluntariado Social asegura que el papa Francisco “hace un llamamiento a la práctica de lo que significa ser cristiano, un cristiano que actúa, que sirve”.
La acción del voluntariado, en general, se asocia casi exclusivamente a la tarea de apoyo a las personas con pocos recursos o en el umbral de la pobreza, pero también es un aspecto de los fieles que desarrollan una función básica para el buen funcionamiento de la Iglesia, ¿verdad?
Sí. El voluntariado vinculado a la Iglesia se fundamenta en valores profundamente arraigados a la fe, como la solidaridad, la dignidad humana, la justicia social y el amor al prójimo. Esta tarea se hace con la convicción que servir a los otros es una forma de vivir el mensaje de Cristo, quien nos pide ayudar a los más necesidades y a construir una sociedad más justa y solidaria. El voluntariado cristiano no solo se basa en la ayuda material, sino también en el acompañamiento espiritual, abriendo caminos a la esperanza para aquellos que viven en situación de vulnerabilidad.

¿Cree que hay ciertas similitudes entre el comportamiento del voluntario agnóstico y el del cristiano sensibilizado con la vida eclesial?
En efecto. Estos valores, que son muy presentes en la acción de Cáritas, también pueden ser compartidos con aquellas personas que, desde una perspectiva agnóstica, buscan contribuir a una causa común de manera altruista. A pesar de que el cimiento religioso puede variar, ambos tipos de voluntariado coinciden en el deseo de mejorar la sociedad y ayudar a los más desfavorecidos.
¿Cree que las constantes referencias, en el magisterio de Francesc, a la ayuda a los vulnerables han hecho proliferar un sentimiento de voluntarismo cristiano más grande?
Sí, sin duda. El papa Francisco ha sido muy claro en su mensaje de solidaridad y compromiso con los más pobres y vulnerables, y esto ha resonado profundamente dentro de la comunidad cristiana. A pesar de que su mensaje llega a muchos a través de los medios de comunicación, lo que marca realmente la diferencia es lo que se vive en la comunidad eclesial. Su llamamiento a la acción es un recordatorio constante del hecho que la ayuda a los otros es parte esencial de nuestra fe. Es un llamamiento a la práctica de lo que significa ser cristiano, un cristiano que actúa, que sirve. Y esto, en el contexto del Año Jubilar, adquiere un significado más profundo, puesto que el Jubileo es una oportunidad para renovar nuestra implicación en el bien común y la solidaridad.

¿Una persona es voluntaria por lo que cree que hace en favor de otra persona o por el que los otros piensan de ella?
Pienso que, en general, las personas se convierten en voluntarias porque creen firmemente en lo que hacen. Su deseo de contribuir surge de su corazón, de su creencia en el bien del otro. Quizás hay una parte de la motivación que proviene de la satisfacción de ayudar a los otros, pero lo más importante es el sentido de contribuir a una causa. La mayoría de las veces, lo que importa es la transformación que se produce en la persona que ayuda, y no lo que piensan los otros sobre ella.
¿Considera que una persona voluntaria tiene que serlo también en todos los estadios de su vida?
Creo que el voluntariado puede ser una actitud de vida, una manera de vivir y dar. Es cierto que una persona voluntaria acostumbra a estar dispuesta a dar tiempo, conocimiento y apoyo, y esto forma parte de su identidad y de su compromiso con la comunidad. Ahora bien, no creo que todo el mundo tenga que ser “voluntario” en todos los aspectos de su vida. Cada persona tiene sus propias condiciones y sus límites. Hay momentos de la vida en que las circunstancias personales, familiares o laborales pueden hacer difícil mantener un compromiso tan intenso en todas las áreas vitales. No obstante, es cierto que aquellos que se impregnan de la cultura del voluntariado tienden a proyectar esta actitud en diferentes ámbitos de su vida.
El voluntariado dedicado a una causa a lo largo de toda la vida es una forma de compromiso profundo que se fundamenta en la convicción. Es una de las muchas maneras de ser activo para transformar la realidad.
¿Cuál cree que es la diferencia entre el voluntariado que hay en alguien que se ha dedicado casi toda la vida a entregarse a los otros por su bien y el voluntarismo que puede surgir, como una chispa y de manera puntual, en el comportamiento de una persona?
El voluntariado dedicado a una causa a lo largo de toda la vida es una forma de compromiso profundo que se fundamenta en la convicción. Es una de las muchas maneras de ser activo para transformar la realidad. La persona que dedica su vida al voluntariado lo hace por un deseo personal de servir y ayudar, con una base sólida de valores y una constancia que se mantiene independiente de las circunstancias. En cambio, el voluntariado que surge de manera más espontánea, como es el caso de los que ayudaron a las familias que sufrieron los efectos de la DANA en Valencia, responde a una necesidad inmediata.
¿Qué quiere decir?
En este caso, el deseo de servir nace como una reacción a una situación de emergencia, a menudo motivado por la proximidad del acontecimiento, la sensibilidad al injusto o la necesidad de apoyar a quien se encuentra en situación de vulnerabilidad a causa del acontecimiento inesperado. Las personas que responden en estos momentos de manera rápida no necesariamente tienen una implicación a largo plazo, pero su acto es igualmente importante y generoso.
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