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Vatican News).- Hay momentos en los que la emoción debe dejar paso a la lucidez, momentos en los que es necesario comprender el riesgo e intervenir. Antes de que sea demasiado tarde. Estos
sentimientos están
a la orden del día en un escenario de guerra, al igual que lo están en la frontera entre un país en conflicto y otro donde acuden miles de refugiados. Familias enteras, muchos niños, especialmente mujeres. También hay muchos ancianos entre ellos, para los que se necesitan cuidados especiales.
Trabajo en equipo
Para ser útil en estos escenarios, es bueno trabajar en equipo. Emergency exploró la frontera entre Rumanía y Moldavia, y luego decidió actuar, de acuerdo con el gobierno de Chișinău, en Bălți, ciudad en la que las autoridades moldavas han creado tres centros de acogida. "Obviamente, estamos en una zona fronteriza, donde estos días estamos viendo numerosos coches procedentes de Ucrania", explica Andrea Bellardinelli, miembro del programa de emergencias y migración de Emergency:
"Hay unas 300 personas que han encontrado refugio en nuestras instalaciones, y muchas que han decidido quedarse en hoteles o casas particulares, con la esperanza de que el horror de la guerra termine pronto y puedan volver a Ucrania".
Refugiados de edad avanzada
"Se presta especial atención a las personas mayores. Registramos las patologías propias de su edad -subraya Bellardinelli- desde las enfermedades cardíacas hasta la diabetes, entre otras".
"Nuestra tarea consiste también en remitir a estas personas al sistema sanitario territorial de Moldavia, con médicos de cabecera que pueden derivar algunos casos a los especialistas. Hay muchas familias y también se necesita apoyo psicológico para todas ellas. Obviamente la desorientación de los adultos es fisiológicamente mayor", señala el operador de Emergencias, con "importantes estados de ansiedad y depresión".
La solicitud de información
Asimismo, la desorientación afecta a todas las familias. "Las madres no saben que tienen un médico de cabecera, incluidos los pediatras. Intentamos dar esta información no sólo a los que están en las instalaciones de acogida, sino también a los muchos que duermen en otros lugares", explica Bellardinelli.
-Odessa está a sólo 40 kilómetros de Bălți, ¿hay heridos que llegan desde Ucrania?
"De momento, no hemos visto ningún herido, pero estamos dispuestos a avanzar también en esta dirección -concluye- hay que destacar que el sistema sanitario moldavo está respondiendo muy bien a una situación crítica que requiere la contribución de todos, y por eso estamos aquí, esperando dar la nuestra".
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