El presidente de Mensajeros de la Paz saluda la aprobación de la ILP de regularización masiva Padre Ángel: "Jesús no le pediría el carnet de identidad a quien se acercara solicitando ayuda"

El padre Ángel, en San Antón
El padre Ángel, en San Antón RD

"Estoy muy contento. Por primera vez en mucho tiempo, nuestros políticos han demostrado que, si la causa es justa y la sociedad lo lucha, se puede vencer hasta a la polarización"

Mensajeros de la Paz también se ha sumado a las voces que, desde la sociedad civil (con una relevancia especial en la Iglesia católica), han peleado hasta el final para vencer las resistencias de PP y PSOE a permitir que el Congreso de los Diputados debata una proposición que se antoja histórica

"Estoy muy contento. Por primera vez en mucho tiempo, nuestros políticos han demostrado que, si la causa es justa y la sociedad lo lucha, se puede vencer hasta a la polarización". El padre Ángel, camino de Miami (donde este jueves celebra una cena solidaria para financiar los proyectos de Mensajeros de la Paz en el continente americano), muestra su satisfacción tras la toma en consideración de la ILP que aboga por la regularización extraordinaria de medio millón de migrantes.

"Sé que suena a palabra dicha, pero es cierto. Ningún ser humano es ilegal. Jesús no le pediría el carnet de identidad a quien se le acercara pidiéndole ayuda", reflexiona el sacerdote. Mensajeros de la Paz también se ha sumado a las voces que, desde la sociedad civil (con una relevancia especial en la Iglesia católica), han peleado hasta el final para vencer las resistencias de PP y PSOE a permitir que el Congreso de los Diputados debata una proposición que se antoja histórica.

"Me siento orgulloso de ser español, y de ser ciudadano de un país que, por fin, va a reconocer sus derechos a los que nacieron en otro lugar, pero llevan años trabajando, conviviendo, soñando con nosotros"

"Queda mucho por hacer, y ahora vendrán las negociaciones, pero estoy convencido de que lograremos abrir una puerta a la solidaridad, a un mundo mejor, donde las fronteras no sean muros o aduanas", recalca el padre Ángel, que lleva el pasaporte lleno de sellos después de seis décadas de viajes. "Me siento orgulloso de ser español, y de ser ciudadano de un país que, por fin, va a reconocer sus derechos a los que nacieron en otro lugar, pero llevan años trabajando, conviviendo, soñando con nosotros", finaliza el religioso.

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