El sábado por la tarde, el Limonesro Pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, viajó nuevamente a Ucrania, enviado por el Santo Padre.
Con su presencia - informa una nota del Dicasterio para el Servicio de la Caridad - además del consuelo en la fe, el Cardenal pretende llevar al atormentado pueblo ucraniano los frutos de la solidaridad recogida en las últimas semanas: generadores eléctricos, ropa térmica, etc.
La operación de ayuda fue puesta en marcha por la Elemosineria con el recabado de las donaciones de los pergaminos del Papa, a las que se sumaron generosos donantes, fábricas de confección de indumentos italianos y todos aquellos que están contribuyendo a la recaudación a través de la plataforma de crowdfunding.
La Limosnería garantiza así la distribución del material recogido, que en estos días se llevará a Lviv, en Ucrania, y desde allí, en pequeños medios de transporte, se distribuirá antes de Navidad, a los centros de recogida de las zonas donde el sufrimiento y el frío son mayores.
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