Megaiglesias estadounidenses: productos a la venta
Hace unos días tuve la ocasión de ver el documental “American Jesus”, el cual hace un recorrido por las distintas denominaciones evangélicas en la que participan, mayoritariamente, los estadounidenses. Parecen tener muy en cuenta que, en la actualidad, no tienen garantizado el consumo de su “producto”, es decir, una audiencia asegurada como en el pasado, por lo que si quieren tener seguidores o prosélitos, deben propagar sus creencias a través de otros cauces más heterodoxos: lucha libre, yoga, conciertos y publicidad.
Esta situación hace realidad el incumplimiento en los EEUU, del axioma tan extendido por el que a mayor industrialización mayor secularización y, por tanto, sociedades menos religiosas. Por el contrario, van creciendo las llamadas denominaciones en el ámbito evangélico, como las megaiglesias; habitualmente constituidas a las afueras de las grandes urbes, con comunidades con un mínimo de entre 3.000 y 5.000 miembros, y las más grandes de hasta 50.000 miembros, con ingresos de lo más variado, pero libres de impuestos. Los estadounidenses aúnan consumismo y religión sin gran diferenciación, actuando en este ámbito como las grandes corporaciones multinacionales con la venta de sus productos, etiquetándolos con juventud, desafío, longevidad, etc.
Pero una de las denominaciones más curiosas e impresentables, es la de la megaiglesia que parece extenderse por EEUU: Sex in Christ, y que mantiene la página http://www.sexinchrist.com, con un subtítulo en la misma que manifiesta ser “sexualidad acorde a la Palabra de Dios”. En uno de sus apartados, de los muchos hilarantes, hace una defensa de los tríos dentro del matrimonio cristiano.
Sus argumentos son tan peregrinos y machistas, que sólo una mente arrebolada es capaz de subvertir el pensamiento cristiano, pero también la lógica de la igualdad y el consentimiento.
No es tanto la posibilidad o no de compartir la sexualidad en un trío (allá cada uno), sino la exposición y la argumentación que utiliza. Vale la pena detenerse brevemente sobre ello, para descubrir la manipulación, el uso y el abuso de las Escrituras, el acomodo de las mismas a la propia preconcepción y la falta absoluta de formación que denota.
Dicen que los tríos plantean dos cuestiones principales que preocupan a los cristianos: la homosexualidad y el adulterio. Manifiestan que dos hombres que tienen relaciones sexuales simultáneas con una mujer, podrían no tener ningún contacto homosexual entre ellos, pero el hecho de compartir una mujer y estar juntos en esa situación sexual es, sin embargo, homoerótica y sugiere una homosexualidad implícita.
Por ello, señalan, como la Biblia hace poca o ninguna mención sobre las mujeres lesbianas o bisexuales, el lesbianismo o bisexualidad no puede ser considerado igual que la homosexualidad masculina. Para ello manipulan el pasaje de Romanos 1:26-27: “Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío”.
De este pasaje “sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza”, interpretan que no se refiere a las relaciones lésbicas, sino más bien a la inversión de los roles sexuales que va en contra del orden natural establecido por Dios. Por ello, si las lesbianas o bisexuales mantienen un rol femenino tradicional y su comportamiento es de sometimiento a la autoridad de los hombres en su vida, es permisible. En fin…
Respecto al adulterio, afirman que es un área gris de la Biblia, porque dentro de la Escritura el adulterio está siempre representado como una relación entre un hombre y una mujer, concretamente entre un hombre y la mujer de otro hombre. Por ello, siempre que un tercero (mujer) se introduce en esta relación, debe ser para que salga fortalecido el vínculo matrimonial existente.
En definitiva, según esta megaiglesia “cristiana”, un trío es moralmente aceptable si cumple estas circunstancias y condiciones:
1.- Para evitar la homosexualidad masculina, una pareja heterosexual no debe bajo ninguna circunstancia formar un trío con otro hombre.
2.- Las mujeres que participan en un trío deben mantenerse dentro de los roles femeninos tradicionales (es decir, que no toman una apariencia o comportamiento masculino) y reconocer al hombre como el líder en la relación.
3.- Si la pareja lesbiana o bisexual es soltera, está permitido que el esposo tenga relaciones con ella con el consentimiento de su esposa.
4.- Si la pareja lesbiana o bisexual es soltera, pero la mujer no desea tener relaciones con ella, el marido debe respetarlo.
5.- Si la pareja lesbiana o bisexual está casada, su marido no debe tener objeciones a la relación.
6.- Si la pareja lesbiana o bisexual está casada, el marido debe abstenerse de tener cualquier relación sexual con ella, y debe hacer todos los esfuerzos para controlar sus fantasías sobre ella. Debe concentrar su atención en su esposa.
Espero y deseo que no se extienda esta “pseudodenominación” que se autodenomina cristiana, y que sus teorías y chistes de mal gusto sean tomados por lo que son: graves estupideces.